En un contexto poco o nada favorable debido a las lesiones que han sufrido sus jugadores, Clínica Ponferrada SDP afronta el último partido de la pretemporada y de la fase de grupos de la Copa España. Será un derbi provincial ante la Cultural Leonesa, que jugará en el Lydia Valentín de la capital berciana desde las 19:30 horas de este sábado. Reedición, por tanto, del primer encuentro de esta fase de preparación, un amistoso en el que la escuadra capitalina se impuso con holgura. Ahora, sin embargo, hay cosas en juego, ya que una victoria berciana aseguraría su pase a unas eliminatorias en las que prácticamente están los leoneses.
En este sentido, poco o nada se puede (y se debe) asumir como referencia de aquel primer encuentro celebrado en la localidad de La Bañeza, donde apenas se pudo observar un primer bosquejo de lo que será esta temporada el conjunto berciano, cuya evolución deportiva ha sido notoria en las semanas posteriores. De hecho, venció en su siguiente encuentro, contra Círculo Gijón, y compitió a un nivel sobresaliente frente al potente proyecto de UEMC Valladolid, que tuvo sacar todos sus argumentos para derribar a un Clínica Ponferrada que llevó el partido al límite pese a estar terriblemente castigado por las lesiones de varios de sus jugadores.
Al respecto, Oriol Pozo, entrenador del cuadro berciano, tiene claro que su equipo no puede «hacer más que seguir» con su línea de trabajo. «Iremos recuperando jugadores», deseó el preparador catalán, que espera que en esta cita «el equipo muestre fortaleza y ganas de competir». De hecho, alabó que en Valladolid mostró un «carácter espectacular con el golpe sufrido en la pista ante un equipo que está llamado a ser favorito a ascender. El equipo llegó al final con opciones de ganar», recordó el adiestrador blanquiazul, que reconoció que no está en su «mejor momento. Tenemos que competir y dar nuestra mejor versión porque jugamos en casa», incidió.
De hecho, hay noticias positivas, ya que se espera que David Efambe pueda tener minutos y debute con la camiseta blanquiazul después de perderse los tres primeros encuentros de esta pretemporada. Quienes no se espera que participen son Rasmus Blak, que avanza de manera positiva en su recuperación, aunque enfocado en estar en condiciones para la liga; ni Josep Fermí Cera, que empezará a trabajar la próxima semana con la mente puesta en el estreno frente a Reina Proteínas Clavijo. Además, Diego Soárez y Charles Knowles, que también sufrieron molestias en Valladolid, siguen trabajando a las órdenes de Oriol Pozo y también podrán ayudar.
Alivia de esta forma una semana complicada después de la grave lesión de Marc Peñarroya, que no podrá jugar más esta temporada. «Ha sido un golpe muy duro para el equipo», explicó Pozo, que añadió que «el golpe para el grupo es por el compañero y para nosotros porque había venido con ilusión de hacer un gran año. El equipo tiene carácter para afrontar esta situación», aclaró el técnico, que espera que esto sirva para dar un paso al frente: «Lo que es tristeza y un golpe, a medida que pasen los días, tenemos que convertirlo en motivación para darlo todo e intentar ganar por él. La idea es seguir mejorando porque en una semana empieza la liga», sentenció.
Enfrente, un rival conocido por haberse enfrentado recientemente y que ya no es ninguna sorpresa después de la pasada temporada, en la que se convirtió en la revelación del Grupo Oeste de la Segunda FEB y pasó la primera eliminatoria por el ascenso. En esta fase de preparación, aparte de su victoria ante el cuadro ponferradino, está invicto en la Copa España, en la que se impuso a UEMC Valladolid y Círculo Gijón en el Palacio de los Deportes Urbano González de la capital leonesa, en ambos casos, teniendo que remontar resultados adversos. Una escuadra, por tanto, con una identidad y que pondrá en muchas dificultades al cuadro blanquiazul.
De hecho, considera el entrenador del cuadro berciano que el equipo de Luis Castillo «ha mostrado lo que va a ser esta temporada, parecido en cuanto a filosofía y estilo. Ha apostado por jugadores físicos, un equipo agresivo», analizó el técnico catalán, que añadió que es un bloque que «busca llevar el partido al punto más físico posible. Si no das el mismo nivel de contacto, te pasa por encima», aseveró el preparador tarraconense, que consideró que «han apostado por estar a buen nivel competitivo desde el principio» y espera un rival «parecido» al que jugó en La Bañeza. «Con nivel de contacto alto, peligroso en transición y en el rebote ofensivo», especificó.
Sin duda, un bloque muy sólido, con un viejo conocido de la afición berciana como Jaime Llamas, que ha vuelto a su tierra para liderar el proyecto en el perímetro junto a Dylan Hayman, un americano con formación en la Liga Universitaria de Estados Unidos (NCAA). En esa misma competición estuvo la pasada campaña otro de sus jugadores, Max Amadasun, un interior de gran tamaño con capacidad para anotar y rebotear. En la segunda categoría del baloncesto universitario norteamericano destacó el keniata Majok Deng, otra pieza con puntos en sus manos, mientras que la dirección recae sobre dos promesas nacionales: Dídac Cebolla y Adrià Domínguez.