CAPÍTULO 1 (TEMPORADA 94-95): «LLEGA EL “BOOM” DEL BALONCESTO»
EL JT DEBUTA EN LIGA EBA (SEGUNDA CATEGORÍA DEL BALONCESTO) CON “LA BORRECA” LLENA CADA 15 DÍAS. PARA EL RECUERDO, EL PLAY OFF CONTRA EL VIÑA COSTEIRA DE VERÍN
Empezamos esta serie hace 25 años. El club “Jóvenes Trabajadores” acaba de ascender a la “Primera División” y la gente en el Bierzo empieza a darse cuenta que hay un buen equipo de baloncesto en la categoría que es la antesala de la ACB. De repente se despierta el furor por el JT en una comarca huérfana de deporte de nivel… La Ponferradina acaba de descender a Tercera División, está a punto de desaparecer y aún pasará algún año en “tierra de nadie” antes de regresar a Segunda “B”. Esta circunstancia favorece que haya aficionados con ganas de ver deporte de “nivel” y que llegan al baloncesto.
A nivel de club se producen importantes cambios ya que Antonio Vecino decide dar un paso a un lado y ceder la presidencia a uno de esos primeros jugadores del club y que había desempeñado ya múltiples funciones: Toño Balsa. Aún así, Antonio Vecino seguiría teniendo un peso específico en el club y siendo una de sus voces autorizadas, en cuanto a que estamos hablando del fundador de la entidad.
Por otro lado, para buscar una mayor identificación con la ciudad, el nombre del equipo pasa a ser el de “JT Baloncesto Ponferrada”.
Finalmente, tal y como se había previsto durante el verano, la Federación Española reforma la Primera División y pasa a llamarse “Liga Española de Baloncesto Aficionado” (EBA). Se pretende que sea una competición donde se potencie la presencia de jóvenes promesas como paso intermedio a la ACB y se amplía a 56 equipos divididos en cuatro conferencias, de las cuales el JT milita en la norte.
Para dar el salto de categoría, el club vuelve a confiar en el entrenador con el que se consiguió el ascenso, Luis Alberto Fernández, y en un bloque principal de jugadores leoneses algunos de los cuales han militado en el Elosúa. Así, a los Urbano, Chus Sanguino, Chente o Víctor San Francisco se les une gente de la experiencia de un Nacho Herreras que viene a ser un director de juego de garantías al tiempo que se asienta en tierras ponferradinas, de donde es su mujer. Junto a ellos también llegan otros como Óscar Otero, Quique Aguado, Hugo Iturralde, etc.
Por otra parte, desaparece toda presencia de jugadores bercianos, donde hasta la campaña del ascenso había permanecido el pívot Eloy Vizcaya. La representación se limita a la presencia en las convocatorias del equipo de EBA de tres canteranos: Jorge Vuelta, Diego Martínez y Ángel Roberto, si bien su participación es testimonial.
Pero la mayor expectación llega con el fichaje extranjero que permite la competición y que es el ala pívot americano Todd Hill. Dicha incorporación llama la atención por ser el primer jugador ya no estadounidense, si no extranjero, que llega a cualquier equipo de cualquier deporte ponferradino, y eso hace que muchos quieran ir a verle en acción en “La Borreca”. Se llegan a dar situaciones pintorescas como ver por la ciudad a Todd Hill conduciendo el Citroën AX que la había proporcionado el club, yendo muy encogido.
UNA LIGA MUY ATRACTIVA
La terna de equipos da idea de la dureza que había en la conferencia “Norte”. Muchos de los gallos deseaban pelear por ascender a ACB. Así, teníamos el caso de un Baloncesto Gijón emergente y un Cantabria Lobos de Torrelavega que tenía a uno de los americanos más recordados, Bob Harstad. Desde el País Vasco teníamos a un Bilbao Patronato que buscaba rememorar los tiempos del mítico Caja Bilbao, al mítico Askatuak de San Sebastián donde tenían a uno de los pívots más duros de la liga, Treg Lee, y al Urbina Arrasate que se inscribía como equipo vinculado al Taugrés de Vitoria.
Desde Pamplona se presentaba un proyecto que fusionaba varios clubes de la localidad, el Señorío de Zuasti, y en Galicia encontrábamos al CAB Coruña, al Sondeos del Norte de Arteixo, el Concello de Portas (que había sido organizador de la fase de ascenso), y un Viña Costeira Verín que era el equipo vinculado al COB Ourense que estaba entonces en ACB.
Por último, en Castilla y León, además del Vino de Toro Zamora y el Maristas de Burgos, llegaban dos equipos invitados por ser filiales ACB como Elmar León (con jugadores de la talla de Chagoyen, Ordín, Báez, Chanca, etc.) y el Fórum sub 23.
Con este panorama, la ciudad estaba ansiosa por ver deporte de nivel y así el pabellón de “La Borreca” lograba llenos entorno a los 700 espectadores cada quince días, ya que estábamos ante una competición prácticamente profesional y con jugadores americanos que daban un espectáculo al que no estábamos acostumbrados. Tampoco a circunstancias como que tal presencia de espectadores ocasionase ciertos problemas de “condensación” en la instalación, llegando a veces a estar la pista resbaladiza.
Mención aparte merecía el surgimiento de una peña, el “Infierno Verde”, que fiel a su nombre logró liderar la animación de un pabellón que se convertía en una caldera para los rivales. En su origen fue integrado por entrenadores de base y otros simpatizantes donde su presidente era un Santi Crespo que 25 años más tarde sigue siendo uno de los más destacados aficionados en esta ocasión del Ciudad de Ponferrada. Se había constituido unos meses antes en la fase de ascenso de Vilagarcía-Portas y logró que toda “La Borreca” empujase en los partidos del JT.
Por haber había hasta grupo de “Cheerleaders”, el primero de estas características que se impulsaba en el Bierzo y que amenizaba los tiempos muertos con un grupo de chicas del gimnasio “Aros 5”.
EL EQUIPO SE SITUÓ EN LA ZONA BAJA DE LA CLASIFICACIÓN CASI DESDE EL PRINCIPIO
En el otoño de 1994 comenzaba la andadura del JT en este Liga EBA de forma relativamente ilusionante, viendo que los refuerzos funcionaban y con el debut en La Borreca que se solventaba con un triunfo ante el CAB Coruña, que era uno de los “gallitos” de la competición y que estaba dirigido por un tal “Chiqui” Barros, teniendo entre sus jugadores franquicia al bembibrense Quique Silván.
Llegaron otros encuentros donde los bercianos dejaban una buena imagen como el triunfo logrado ante el Vino de Toro Zamora, que era el sorprendente líder de la competición (teniendo como jugador más importante a un Jordi Millera que acabaría en el Taugrés) y que acabaría campeón de la conferencia Norte.
Sin embargo, el JT Baloncesto Ponferrada no se mostraba igualmente competitivo en los partidos fuera de casa donde se acumulaban las derrotas y que suponían un importante lastre al tiempo que se empezaba a fallar también en casa, donde asistimos a exhibiciones de jugadores como Bob Harstad (Caja Cantabria) y Treg Lee (Askatuak). El equipo daba por momentos muestras de una cierta debilidad mental en partidos donde empezaban fuertes, pero en el momento que el rival se iba a 6-7 puntos desconectaba de los partidos.
Así, sobre el mes de marzo, con el equipo situado en los puestos bajos de la clasificación, y después de pasar también dificultades como lesiones que tuvo a lo largo de la temporada Todd Hill, llegaron derrotas especialmente dolorosas como la sufrida en el Palacio de los Deportes de León ante Elmar, después desperdiciar una ventaja relativamente amplia, que acabaron por hundir al equipo y empezar a sacar las primeras voces dentro de la afición de descontento con el entrenador Luis Alberto Fernández.
Con todo, a falta de unas jornadas para el final de la liga regular se sabía que el equipo estaba abocado al decimotercer puesto (penúltimo) y que se jugaría la permanencia en Liga EBA en un Play Out al mejor de cinco partidos contra el décimo… Sólo quedaba esperar rival y éste fue inesperado por tratarse del Viña Costeira de Verín, que había hecho una buena temporada navegando en puestos cómodos de la clasificación pero que en la recta final se había desinflado. No era el mejor equipo contra el que jugarse la vida, pero al menos se le había ganado en casa durante la liga.
EL MÍTICO PLAY OUT CONTRA EL VIÑA COSTEIRA QUE SE PERDIÓ POR 3-2… DESCENDIDOS A LA ESPERA DE VACANTES Y AMPLIACIONES
Después de una temporada complicada, la mejor noticia era que el JT tenía a todos sus efectivos disponibles y que enfrente estaba un equipo fuerte, pero que presentaba una trayectoria descendente. Destacaban jugadores como el exterior Gesualdo Calabrese, el poste Johny Lamas y un americano cedido por el Ourense como Kenny Wood.
Los dos primeros partidos de la serie se desarrollaron en Verín. En el del viernes, el JT mostró su imagen competitiva en un partido con alternativas e incluso llegó con ciertas ventajas a los minutos finales del choque. Con todo, la resolución fue polémica, en tanto y cuanto que perdiendo por un punto y teniendo el último balón del partido, Todd Hill recibía una clara falta en el tiro bajo canasta que no fue sancionada y que impedía el triunfo berciano.
Muy similar fue el choque de dos días después, con la igualdad al máximo y alternancia en el marcador que se acabó resolviendo por la mínima a favor del Viña Costeira y con los jugadores muy descentrados por el arbitraje. El JT había dado la talla, pero la eliminatoria se había puesto muy cuesta arriba con un 2-0 en contra.
La serie se trasladaba a “La Borreca” el fin de semana siguiente, donde acudieron bastantes aficionados de Verín confiados en sentenciar la eliminatoria. Sin embargo, con un pabellón a reventar, en el choque del viernes el JT no dio opción y dominó el choque desde el principio manejando cómodas ventajas y salvando el primer “matchball” con solvencia.
Distinto panorama fue el del cuarto partido celebrado unas pocas horas después, en la mañana del domingo, donde Viña Costeira acudió más centrado desde el principio y decidido a resolver el choque. Fue un partido de tensión e igualado, aunque finalmente los Todd Hill, Nacho Herreras y compañía acabarían por decantar el partido del lado berciano. Se había logrado empatar la eliminatoria y todo se decidiría una semana después en el quinto partido en Verín.
Durante los días anteriores a dicho encuentro, la afición se ilusionó y organizó para acudir en masa a la localidad fronteriza con Portugal, poniéndose un total de seis autobuses que juntaron a más de 300 aficionados que estuvieron en Verín animando al equipo. Desgraciadamente, Viña Costeira no estaba dispuesto a desaprovechar el factor cancha y dominó el partido manejando ventajas desde el principio, con un Kenny Wood que marcó diferencias desde el inicio.
Los aficionados nos habíamos ilusionado a tenor de lo visto en los cuatro anteriores partidos donde Verín no se mostró mejor que el JT, pero en el quinto sí lo fue y venció con merecimiento. El equipo había dado la cara en el momento clave de la temporada, pero no había hecho los deberes durante la liga regular, lo que le condenó a jugarse la permanencia en un Play Out con el factor cancha en contra.
En lo positivo, la semilla del baloncesto estaba plantada entre la afición ponferradina y desde el club no se quería desaprovechar la ocasión ni resignarse al descenso de categoría. Ya desde el momento de acabar el partido de Verín, incluso en el autobús de regreso a Ponferrada, se estaba pensando en la posibilidad de pedir una vacante en Liga EBA, debido a que había rumores de una ampliación de 14 a 16 equipos por conferencia y que algunos equipos querían renunciar por cuestiones económicas.
Las cuentas del JT tampoco estaban completamente saneadas, pero ese Play Out coincidió con las elecciones municipales, donde los partidos políticos se prodigaron en promesas de apoyo al club e incluso uno de ellos llegó a pagar los autobuses a Verín. Parecía que las circunstancias se daban para que Ponferrada siguiese disfrutando de baloncesto de nivel.
OTROS DATOS DE AQUELLA LIGA EBA
El Gijón Baloncesto se proclamaba campeón de la conferencia norte tras un “mano a mano” con el Vino de Toro de Zamora que fue la revelación de la temporada, clasificándose para la fase de ascenso (lo hacían los seis primeros), junto a Bilbao Patronato, CAB Coruña, Caja Cantabria y Concello de Portas.
Posteriormente había una segunda liguilla en cuatro grupos ya con los equipos de todas las conferencias, de los que los dos primeros se clasificaban para la final a 8. En esta criba sólo quedaron Gijón Baloncesto y el CAB Coruña de “Chiqui” Barros con el que pocos contaban.
Los gallegos caerían en cuartos de final ante el Lucentum de Alicante, que fue el rival al que se enfrentó en semifinales el Gijón Baloncesto, con victoria asturiana que supuso su ascenso a Liga ACB junto al Gran Canaria.
En la lucha por el descenso, además del JT, descendían deportivamente Elmar León, al perder su eliminatoria contra Urbina Arrasate, y Fórum sub 23 al hacerlo contra Maristas Burgos.
OTROS EQUIPOS BERCIANOS EN LIGAS SÉNIOR
Al margen de contar con un equipo en la segunda categoría del baloncesto nacional, el panorama en la comarca no era muy halagüeño. A nivel femenino no existía ningún equipo, después de que hubiesen pasado muchos años después de la experiencia del JT en Segunda División Femenina.
Y en chicos, el segundo equipo más importante lo teníamos en el Bierzo Alto con el CB Bembibre La Berciana, conformado por numerosos jugadores del entorno de la villa pero siendo sin duda el jugador más destacada un base criado y residente en Toreno llamado Miguel Ángel Orallo, que acostumbraba a tener actuaciones por encima de los 20 puntos por partido.
Dicho equipo militaba en la Primera División Autonómica, que entonces era la cuarta categoría y que enfrentaba a los bembibrenses con equipos de toda Castilla y León, siendo una competición con muchos participantes y duradera en el tiempo. Si la comparamos, podría ser parecida a la actual Primera División Nacional, pero con muchos más equipos.
Y por debajo, en la liga Sénior Provincial, había tres conjuntos bercianos. Por una parte, estaba ya dando batalla el CB Torre del Bierzo, dirigido por el recordado Toño Calvo y donde ya militaban jugadores entonces muy jóvenes que algunos de ellos aún siguen en las canchas como Fernando Silván, Juan Valenzuela, Rafa Pozo, Mario Sorribas…
Por otro lado estaba el equipo de Vega de Espinareda, formado íntegramente por chicos de la población y donde el entrenador-jugador era Pedro Villaverde; dicho equipo disputaba sus encuentros en el pabellón de Cortiguera. Y a tan sólo cinco kilómetros estaba la Universidad Minera de Fabero, también formado exclusivamente por jugadores del pueblo y donde su entrenador era Fidel.
LOS EQUIPOS DE BASE
El panorama de los equipos de base de la comarca no era muy alentador precisamente en esta época, donde sí que los había en número, pero tan sólo tres clubes estaban apostando por sacar conjuntos en una liga federada, que era la Provincial. No había equipos en ligas Autonómicas.
La participación se limitaba a las categorías cadete y júnior masculina, no habiendo equipo federados femeninos. Por una parte, encontrábamos al JT, cuyos entrenadores eran José Ángel Lana y Santi Crespo, siendo por aquel entonces la principal rivalidad que tenían con La Inmaculada, que disputaba sus partidos en el patio del colegio y cuyo entrenador era un ex jugador de baloncesto como Luis de la Fuente.
Dicho club se había cimentado sobre el trabajo que unos años antes hicieron Pablo López y Óscar García, quienes se habían ido fuera de la comarca a la universidad, llegando a configurarse buenas generaciones de jugadores. El presidente era el padre de uno de los jugadores, Jorge Rubio.
Por último, también había dado el paso el instituto Gil y Carrasco, que unos años antes había inaugurado un pequeño gimnasio-pabellón, siendo el responsable de la sección su profesor de Geografía e Historia, Vicente Fernández “Tito”, y contando con entrenadores como Fernando Manceñido (que años después pasaría a colaborar con el Club Atletismo Ponferrada) y Abel.
Con todo, la mayoría de equipos de baloncesto de base que había en la comarca estaban inscritos en los Juegos Escolares por considerar que la Provincial era una liga cara. Por aquel entonces el organizador era la Junta de Castilla y León y la competición era de ámbito comarcal en su primera fase, corriendo los gastos de autobuses y arbitrajes íntegramente a cargo de la Junta, por lo que era atractiva en ese sentido, aunque muchos equipos se quejaban de falta de seriedad en otros aspectos.
Los ganadores de cada categoría jugaban posteriormente un sector con el vencedor de la zona de la Maragatería que posteriormente se enfrentaba en la final provincial al campeón de León.
En esta época eran muchos los equipos participantes en categorías masculinas y femeninas de la práctica totalidad de centros educativos de Ponferrada, pero también de poblaciones como Bembibre, Toreno, Fabero, Vega de Espinareda, Cacabelos y Villafranca. El algún caso se permitía a equipos con jugadores sénior participar en la liga júnior, al no tener los recursos para hacerlo en una “Provincial”.
NACE EL CAMPUS DE BALONCESTO “PONFERRADA”
En el mes de junio se presenta una nueva actividad en el verano ponferradino a modo de Campus de Baloncesto, siendo sus impulsores el ex del JT y uno de los jugadores bercianos más carismáticos, Juan Neira, y el ex árbitro y entonces comentarista para Onda Bierzo, Paco Láinez.
Nace con la pretensión de que aquellos jóvenes jugadores hasta la edad júnior no parasen del todo durante las vacaciones y siguiesen practicando el baloncesto de forma lúdica, contando con visitas como la de la plantilla de Baloncesto León (que por aquel entonces hacía la pretemporada en el complejo de la “Virgen de la Peña”) y otros reconocidos jugadores.
Aquella iniciativa se consolidaría año tras año hasta el punto de ser hoy en día una de las actividades referentes del verano ponferradino, desarrollándose primero en las pistas exteriores de las piscinas climatizadas y actualmente abarcando toda la ciudad deportiva del Toralín.
“Los últimos 25 años del baloncesto berciano” es un proyecto personal de Rubén Fernández Sánchez. El Club Baloncesto Ciudad de Ponferrada se limita a proporcionar soporte en su página web, por lo que toda la responsabilidad de lo escrito y publicado recae en el autor. Para cualquier información o aclaración pueden ponerse en contacto en rubenfs78@gmail.com
Fotos: grupo “Facebook” de “Ex jugadores y entrenadores del JT” y www.ointxe.eus.