ENTREVISTAMOS A NATALIA FELIPE, EX JUGADORA DE CB CIUDAD DE PONFERRADA Y ACTUALMENTE EN EL «CENTRO DE INVESTIGACIÓN DEL CÁNCER» DE SALAMANCA. CON ELLA ABORDAMOS SUS RECUERDOS EN EL BALONCESTO, LA LABOR QUE DESARROLLA Y LA ACTUAL CRISIS SANITARIA
Se dice que España es un país donde idealizamos a las grandes figuras deportivas y menospreciamos a nuestros investigadores y científicos… Sólo hay que hacer una demoledora comparación en términos de salarios y de reconocimiento público hacia unas personas que cuyo trabajo repercute de forma importante en nuestra vida y que en nuestro país en muchos casos han tenido que emigrar.
Es en estos duros momentos cuando realmente nos acordamos de ellos y ponemos las esperanzas de nuestro futuro en la ciencia. Y cuando nos damos cuenta que los que están en primera línea del campo de batalla (enfermeros, médicos, personal sanitario en general, trabajadores de supermercados, reponedores, transportistas…) son los auténticos héroes a los que se unen desde los laboratorios todos los que buscan curas o avances en ésta y otras enfermedades… Y para nuestra vida diaria sus logros trascienden mucho más que si nuestro equipo gana la «Champions League»… No lo olvidemos.
Nos hemos querido poner en contacto con Natalia Felipe, ex jugadora de CB Ciudad de Ponferrada y que desde hace algunos años viene trabajando en el «Centro de Investigación del Cáncer» que depende del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Salamanca. Nati comenzó desde muy pequeña jugando al baloncesto, en las filas del JT, para pasar a nuestro club desde su fundación, siendo infantil pero jugando en el equipo cadete autonómico. En esa época fue llamada para la selección de Castilla y León y llegó a participar en un campeonato de España.
Con el paso de los años dio el salto al CB 6,25, que armó un gran equipo capaz de competir y plantar cara a los mejores equipos de la región. En su etapa júnior llegó a clasificarse para la final a 4 autonómica… Sin duda estamos hablando de una de las mejores plantillas femeninas que hubo en nuestra comarca bajo la dirección de Miguel García.
Nati no llegó a vivir del baloncesto ni siguió los pasos de las bases importantes de Liga Femenina cuando jugaba como Elisa Aguilar, Laia Palau o Helen Luz… Pero es que su trayectoria le ha encaminado a una labor mucho más importante.
Pregunta: Cuéntanos algún momento especial de tu época de jugadora.
Natalia Felipe: Guardo muy buenos recuerdos de todos los años que estuve jugando en Ponferrada. Comencé en el Colegio San Antonio y me entrenaba Pedro Enrique y al año siguiente ya comencé en el JT, un poco guiada porque mi hermana jugaba allí ya. Recuerdo aquel año con especial cariño porque era mi primer año y pasaba horas y horas en el pabellón. Entrenaba con los alevines (Jesús Ponce), también con las infantiles (Alejandro Pelegrí) y después me quedaba a ver a mi hermana entrenar (y a cualquiera yo creo). Mientras aprovechaba a tirar en la canasta que había al fondo del pabellón y a botar por los laterales siempre que me dejaban.
También me encantaban los torneos en especial el de Astorga y de La Cogolla. Casi siempre hacía buenísimo, pasabas un día con tus amigos, jugando a lo que más te gustaba y con suerte te llevabas el trofeo a casa, pero eso era lo de menos.
P: ¿Alguna enseñanza del baloncesto que hayas podido trasladar / aplicar en tu vida personal / profesional?
NF: Las enseñanzas que saqué del baloncesto son muchísimas, pero puedo destacar tres. Lo primero aprendes el valor del equipo, que necesitamos de los demás, que juntos somos más fuertes y que debes pensar primero en los demás y luego en ti, “El equipo es lo primero” decía una camiseta que hicimos para el equipo infantil del 6,25 que tuve la suerte de entrenar durante mis últimos años en Ponferrada. Un aprendizaje muy útil en estos tiempos.
Lo segundo que el trabajo tiene su recompensa. Hay gente que nace con más talento que otra, eso es obvio, pero con el trabajo todos mejoramos y podemos alcanzar nuestros objetivos.
Otro aprendizaje muy útil para mi vida fue aprender a respetar al rival. Los que hoy son tus rivales, mañana pueden ser tus compañeros. Esto me pasó cuando tuve que dejar el Ciudad de Ponferrada e irme a jugar al 6,25 debido a que nos quedábamos pocas chicas de mi generación en el CDP y en 6,25 podría seguir jugando en autonómico. También lo vi con mis compañeras de la selección de CyL que durante el año eran mis rivales, pero luego éramos uña y carne. Y esto hay que tenerlo claro, hay que tratar con respeto a quien tienes en frente siempre (y eso que yo tenía mucho carácter en la cancha jeje). Son personas igual que tú, disfrutan del mismo deporte, o trabajan en lo mismo que tú si lo queremos aplicar a otros ámbitos, y, por lo tanto, compartimos mucho más de lo que nos separa.
P: ¿De donde surge tu vocación por la ciencia y cómo acabas en el «Centro de Investigación del Cáncer» en Salamanca?
NF: La vocación por la ciencia es algo más bien propio, quiero decir que no fue debido a que mis padres sean científicos. Me gustaba mucho durante el bachiller la biología celular y molecular, la genética y también la química. Y en 2º de Bachiller vinieron a darnos una charla al instituto Gil y Carrasco dos chicos que estaban estudiando Biotecnología, una carrera nueva por aquél entonces, era el año 2008. Y yo ahí tomé la decisión de que quería hacer esa carrera. Conseguí la nota para estudiarla y en ese momento decidí quedarme en León por motivos personales. Una vez que la acabé, si quería hacer el Doctorado, tenía que hacer un Máster Universitario y me gustó el que imparten en el «Centro de Investigación del Cáncer». Un máster muy completo y exigente, que te prepara 100% para el trabajo en el laboratorio posterior, por cierto. Y ahí me fui, realicé el Trabajo Fin de Máster en el laboratorio del Dr. Alberto Martín Pendás y en ese mismo laboratorio decidí quedarme a hacer mi tesis doctoral que terminaré este año.
P: ¿Sigues algo de baloncesto actualmente o te has desmarcado actualmente? ¿No te entran ganas de volver en una provincia donde hay una liga sénior provincial femenina con equipos de niveles de los más diversos?
NF: La respuesta es, menos de lo que me gustaría. Durante la carrera jugué en la Universidad de León un año y luego lo dejé por motivos académicos. Al llegar a Salamanca jugué dos años la liga Diputación, pero según he ido avanzando en la tesis cada vez la exigencia es mayor. Trabajamos muchas horas durante la semana, los fines de semana muchas veces también tenemos que ir al laboratorio y es difícil comprometerse con un equipo. Por eso lo dejé. Pero este año estamos organizado pachangas semanales gente del Centro del Cáncer para quitar el gusanillo. Y, por supuesto, la intención cuando termine la tesis y pueda comprometerme más es volver a jugar y si puedo entrenar algún colegio también me encantaría. La pasión por el basket nunca se pierde.
P: ¿Tenías ídolos deportivos o algún modelo a seguir cuando jugabas? ¿Con el paso de los años piensas que esos ídolos o cualquier otro en el ámbito deportivo están sobrevalorados socialmente hablando?
NF: Pues sonará a tópico, pero nuestro ídolo era Kobe Bryant, de hecho, tuvimos un perro que se llamaba así. Era un ejemplo de esfuerzo constante, su fallecimiento ha sido un golpe duro para toda la comunidad baloncestística. Pero de ello podemos sacar una lección, todos somos personas y la fama no te hace inmune a nada. Seguro que él era muy consciente de ello también. También me gustaban mucho Raúl López y José Manuel Calderón, dos estilos distintos en los que me gustaba fijarme. Sobre si los ídolos están sobrevalorados, yo creo que todos necesitamos referentes en los que fijarnos, sobre todo de pequeños y tendemos a idealizarlos. Con los años te das cuenta de que puede ser que los sobrevaloremos, pero yo creo que es una necesidad como seres humanos cuando estamos creciendo. Ellos también tienen una gran responsabilidad, comportarse como referentes y ser ejemplo, no solo deportivo, si no a todos los niveles.
P: ¿España es un país que trata bien a sus científicos, investigadores y profesionales en general relacionados con la medicina? ¿O sólo nos acordamos en momentos actual pandemia y nos olvidaremos otra vez cuando esto pase?
NF: La respuesta es no y voy a hablar principalmente de la investigación porque es lo que conozco más de cerca. En España los investigadores estamos muy bien valorados por toda la población. Todo el mundo si le dices que eres investigador “te admira”. Pero luego esto no se refleja en una respuesta por parte del Gobierno. El dinero para investigación se recorta sin escrúpulos, no hay una inversión estable en I+D. Desde hace tiempo los investigadores (de todos los niveles) venimos pidiendo un pacto por la ciencia que asegure que, gobierne quien gobierne, la ciencia se respete. En él se pide una inversión de un 2% del PIB para la investigación, que creemos que no es tanto. Además, en estos días se está viendo el valor de la investigación, ahora todos queremos que la vacuna y la cura del Covid-19 esté lista lo antes posible. Pero en investigación las cosas llevan tiempo. Inyectar ahora muchos millones a la investigación servirán, pero no van a acortar mucho este tiempo. Esto se debe a que las vacunas y fármacos nuevos requieren ser probadas en animales de experimentación, después en un grupo reducido de humanos, en un grupo más grande y representativo y, finalmente, producirse a gran escala. Todo esto no porque queramos, si no por seguridad antes de tratar a la gente con algo nuevo. Por todo esto, la ciencia requiere que el esfuerzo se haga de manera constante para obtener resultados a los que quizá hoy no les veamos la utilidad directa para la sociedad pero que mañana pueden ser fundamentales. Por ejemplo, el caso de la PCR, ahora en boca de todos. Os invito a buscar quién fue quién descubrió la ADN polimerasa, la enzima en la que se basa esta técnica.
Yo espero que esta situación haga que la sociedad se de cuenta de todo esto y no se olvide cuando todo acabe. Actualmente, hay una iniciativa puesta en marcha para que se incluya una casilla en la declaración de la renta con el fin de destinar el 0.7% de la misma a la investigación que os invito a firmar también: https://www.change.org/p/casilla-del-irpf-en-la-declaraci%C3%B3n-de-la-renta-para-que-la-cienciavibre-de-verdad
P: ¿Se pudo haber prevenido de alguna manera o al menos paliar en cierta forma la crisis sanitaria del Covid-19?
NF: Como en todo es fácil hablar una vez que han pasado las cosas. Pero en mi humilde opinión, evitarla no pero obviamente paliarla sí, siempre se pueden hacer mejor las cosas. Vaya por delante que hay que tener claro que todas las medidas que se han tomado y se están tomando afectan a millones de personas y no son fáciles de tomar. Una manera de haber paliado la crisis sería tener una sanidad más fuerte, por eso no hay que recortar en estos ámbitos cuando todo nos va bien. Porque mañana puede no ir tan bien y la sanidad es algo absolutamente indispensable. Nuestro sistema sanitario ahora está colapsado, pero no nos olvidemos que a diario existen largas listas de espera para cualquier especialista.
Por otro lado, creo que los países a los que está llegando el coronavirus (SARS-CoV-2) más tarde no están siendo inteligentes y aprendiendo de los anteriores. Y de eso pecamos un poco en España también. Se pudieron tomar medidas antes, evitar aglomeraciones, fomentar teletrabajo, etc. Pero reitero que no son decisiones fáciles de tomar y hablar desde nuestra casa es muy fácil. Debemos confiar en nuestros dirigentes y cumplir lo que nos están pidiendo.
P: ¿Piensas que hay un exceso de información con todas las noticias que nos llegan de los diversos ámbitos (curvas, modelos estadísticos)? Durante estas semanas estamos asistiendo a noticias sobre avances en una posible vacuna del Covid-19 ¿nos están creando falsas expectativas?
NF: Vivimos en la era de la información, es inevitable la sobreinformación a la que estamos expuestos, pero debemos ser nosotros quién pongamos los límites. Es cierto que agobia y, al final, no eres capaz de sacar una conclusión después de ver tantas cosas. En mi opinión, los números ahora no son muy fiables y mucho menos para comparar entre países porque no sabemos como se hace el conteo en cada país ni la fiabilidad de todos los datos.
En cuanto a la vacuna ya lo comenté antes, llevará tiempo. Quizá sea más rápido conseguir algún fármaco para tratar a los contagiados si se puede utilizar alguno que ya esté siendo aplicado para tratar otras enfermedades. En ese caso, podrían evitarse los pasos de pruebas en humanos al ya haber sido validada su seguridad. En cualquier caso, estoy segura de que los investigadores estarán trabajando al máximo para reducir los tiempos y dar respuestas lo antes posible. Mientras tanto, lo más eficaz es evitar los contactos e ir generando una inmunidad a nivel poblacional. Esta se consigue a base de contagios, aunque suene mal, y necesitamos que sea lo más escalonada posible para no colapsar los sistemas sanitarios.
P: ¿Se puede sacar alguna conclusión o enseñanza positiva de todo ésto?
NF: ¡Claro que se puede! Estamos ante una situación en la que todos somos iguales. Nos va a hacer más solidarios, ya se está viendo, nos va a unir mucho. Y, además, nos va a hacer valorar mucho más a nuestros profesionales sanitarios, a la ciencia y también nuestro día a día, nuestra rutina y el estado del bienestar en el que vivimos habitualmente. Así que mantengamos el optimismo y esperemos con ganas la vuelta a la normalidad. Mientras tanto disfrutemos las cosas buenas de esta situación como, por ejemplo, tener más tiempo para nosotros, para hablar con nuestra familia y para bajar el ritmo frenético del día a día.
P: Regresando a tu ámbito profesional más específico, la percepción es que siendo una enfermedad muy grave se han dado pasos enormes en el tratamiento y cuidado del paciente que sufre Cáncer.
NF: Debo decir que mi trabajo diario no es únicamente acerca del Cáncer. En mi laboratorio tenemos algunas líneas de investigación sobre cáncer, que en mi caso se centran en abordar las bases moleculares de un tipo de tumores de ovario. Sin embargo, nuestra línea principal está dirigida a estudiar la infertilidad humana a través del empleo de modelos de ratón. Un tema que, a priori, puede llamar menos la atención, pero muy importante dada el aumento de edad en la cual la población está teniendo hijos y la creciente necesidad de recurrir a técnicas de fecundación in vitro.
Aclarado esto, estamos en contacto diario con gente que trabaja exclusivamente en Cáncer, desde investigación básica hasta la directamente aplicada al paciente, y tenemos la experiencia de una carrera y un máster en el que hemos tratado mucho sobre ello. Así que, en mi opinión, estás en lo cierto, el avance ha sido enorme tanto en la detección como en el tratamiento y, también, en mejorar la calidad de vida del paciente. La quimioterapia avanza cada vez más, se descubren nuevos fármacos más específicos y con menos efectos secundarios. También se está trabajando mucho en la medicina personalizada, adaptada a cada caso concreto y se seguirá avanzando porque esa es nuestra misión y obligación.
P: Y concluimos con la pregunta del millón… ¿Cuánto tardaremos en conseguir una cura para el «Cáncer»?
Bueno como sabéis el Cáncer no es una única enfermedad. Es un conjunto de enfermedades y existen muchos tipos. Incluso dentro de un tipo de Cáncer asociado a un órgano existen muchos subtipos. Y dentro de ellos diversas mutaciones causantes. Todos estos tipos requieren un tratamiento distinto. Por ello hablar de una cura general no es posible, cada caso es diferente. Pero por lo que decíamos antes, hay motivos para ser optimistas, cada vez el número de casos que se recuperan es mayor y seguirá aumentando. Hay varios tipos de tumores en los que la supervivencia es superior al 90% y en el resto se trabaja a diario para conseguir mejorar ese porcentaje.
Por último, me gustaría dar las gracias por esta oportunidad y, también, agradecer el trabajo de toda la gente que trabaja en los clubes de baloncesto base donde se hace una labor tremenda, no solo deportiva, si no de educación en valores tan importantes para nuestro desarrollo. También animar a todo el que lea esto a fomentar que sus hijos, familiares y amigos practiquen cualquier deporte de equipo porque es una experiencia fantástica de la que se obtienen cosas siempre positivas.