HABLAMOS CON DAVID VELASCO, CANTERANO DE CIUDAD DE PONFERRADA Y ACTUALMENTE EN LA UNIVERSIDAD DE EMBRY-RIDDLE, EN LA NCAA II. SU EXPERIENCIA ACADÉMICA Y DEPORTIVA, SU VIDA EN UNA LOCALIDAD VINCULADA A LA AERONÁUTICA Y LA NASCAR, LA GRAN TEMPORADA DE SU EQUIPO (QUE SE CLASIFICÓ PARA EL «MARCH MADNESS») Y SU VIDA EN FLORIDA EN PLENA CRISIS SANITARIA FUERON LOS PRINCIPALES TEMAS DE UNA MÁS QUE INTERESANTE CHARLA

Hoy nos acercamos al día a día de un jugador que tenemos el honor de decir que es el primer canterano de CB Ciudad de Ponferrada en dar el salto a los Estados Unidos y disputar la liga universitaria. Hablamos de David Velasco, uno de los líderes de la generación más exitosas del club como es la del año 2000, que logró dos clasificaciones para las finales a 4 autonómicas en categoría cadete y júnior. En su último año en nuestro club alcanzó el tercer puesto, que es la mejor clasificación histórica de un equipo de base berciano pero que dejó un sabor agridulce porque el equipo se quedó a las puertas de meterse en el campeonato de España de clubes únicamente por tener un peor average particular en un triple empate con los dos conjuntos que finalmente se metieron, Ciudad de Valladolid y CB Tormes.

En cualquier caso, ello no debe empañar una gran temporada y un brillante epílogo a su paso por nuestro club, donde es habitual desde que es alevín y ya estaba despuntando en el equipo de su colegio, La Inmaculada, hasta llegar incluso a ser habitual con el conjunto de Liga EBA donde dio un muy buen rendimiento. Habitual también en las selecciones de Castilla y León, David Velasco tuvo la oportunidad de aprovechar la beca concedida por la Universidad Aeronáutica de Embry-Riddle, que es la más prestigiosa en este ámbito en los Estados Unidos y que es «cantera» de grandes profesionales que posteriormente recalan en la NASA. De hecho, sus instalaciones distan apenas 100 kilómetros de Cabo Cañaveral, de donde partieron y siguen partiendo las principales aventuras espaciales de la historia.

Su sede se encuentra en la localidad de Daytona Beach, en el estado de Florida y claramente asociada al mundo del automovilismo y la NASCAR, ya que allí se celebran dos pruebas míticas como las «24 horas» y las «500 millas de Daytona», que inundan de aficionados una ciudad que cuenta con una población similar a la de Ponferrada. Eso sí, también tiene su vínculo al mundo del baloncesto ya que de allí es uno de los mejores jugadores de la NBA a finales de los noventa y los primeros años del siglo XXI, y que aún se encuentra en activo: Vince Carter.

A su nueva vida americana se ha adaptado perfectamente David Velasco, donde cumple su segundo curso estudiando «Ingeniería Aeronáutica», con unas notas brillantes que le auguran un gran porvenir profesional. Al mismo tiempo ésta es su segunda temporada con el equipo de la Universidad de Embry-Riddle que compite en la segunda división de la NCAA, compartiendo vestuario con una gran mayoría de jugadores estadounidenses pero donde también hay un serbio y otro compañero de Taipei.

En su debut fue claramente de menos a más, acabando la temporada en el «cinco inicial» y en ésta acordó con su entrenador, Steve Ridder, acogerse a la consideración de jugador «redshirted», que es una opción habitual en las ligas universitarias para poder estar cinco años en vez de los cuatro que en principio sería lo legal. Es decir, David está integrado de pleno derecho en el equipo y participando en sus entrenamientos pero esta temporada no juega los partidos, algo que en principio sí está previsto que haga la tres próximas campañas al tiempo que «gana» un año más para completar su formación académica.

Y en estas circunstancias, «Embry-Riddle» esta campaña consiguió un hecho histórico como fue clasificarse para la fase final de la NCAA II; la famosa «March Madness» («locura de marzo»), conocida así por la infinidad de partidos que se disputan principalmente durante ese mes para determinar el campeón por un sistema de eliminatorias directas. Desgraciadamente, este año no han podido competir debido a la irrupción de la crisis del COVID-19, algo que está afectando a la forma de vida de los habitantes de Florida aunque en una forma menor que en otros estados como Nueva York y que en España.

Con David Velasco hemos querido hablar de todos estos asuntos en una entrevista muy interesante

David Velasco, cuarto por la derecha en la fila de abajo, en la foto oficial de la Universidad de Embry-Riddle

Pregunta: Buenas tardes David, ¿hasta el momento cuál es balance que haces de tus dos años en Estados Unidos?

David Velasco: Buenas tardes, hasta el momento es muy positivo. Desde el primer momento que llegué aquí tanto entrenadores, como compañeros del equipo y de clase me han ayudado en cualquier cosa que he necesitado y también me han empujado a mejorar en los ámbitos deportivo y académico. Eso me lleva un poco a conseguir lo que venía buscando, que es el equilibrio entre un buen nivel de baloncesto y buen nivel de estudios, que es todo por lo que decidí venir a Estados Unidos.

P: ¿Estás satisfecho a nivel personal?

DV: La verdad es que no puedo estar más contento. Veo que cada día mejoro más a nivel de baloncesto, veo que los entrenamientos son muy duros y te llevan al límite, por así decirlo, y sí que hay momentos en los que a lo mejor es difícil compaginar las clases con los entrenamientos.

Puedes acabar un entrenamiento a las siete de la tarde, después de dos horas y media de pista y hora y media de gimnasio, y tienes que ponerte a estudiar para un examen al día siguiente… O a veces llegas de un largo desplazamiento y te ocurre lo mismo.un partido. Me acuerdo de un viaje a Los Ángeles que estuvimos cinco días allí, volamos de regreso, llegamos aquí a las tres de la madrugada y al día siguiente tenía un examen, que creo que era de “Cálculo”.

Sí que a veces es difícil, duro, pero la verdad es que estoy muy contento porque eso es un poco lo que quería: que me llevasen al límite en el ámbito deportivo y académico para llegar a mi máximo potencial en los dos.

P: ¿Piensas que se cuida al deportista universitario o se le “deja de lado” si no alcanza lo que se espera de él? ¿Es compatible?

DV: Sí que se le cuida y sí que es compatible. Todos los profesores cuando tenemos partidos, torneos o lo que sea sí que te preguntan, se les da un horario a principio de semestre con todos los partidos que tenemos y si en algún momento es necesario que te cambien un examen o te den una clase extra, quedan contigo y te explican lo que te hayas perdido. También conocen a los entrenadores y están en contacto con los profesores y reciben informes con las notas de todos los jugadores, cómo lo están haciendo en cada clase y si necesitan hablar con el profesor hablan con él. Un docente puede dar indicaciones a un técnico del tipo “necesito que se centre más en esta materia”.

En general te dan facilidades como cambiar exámenes o la fecha de entrega de trabajos, pero obviamente siempre que esté justificado. No vale eso de “está en el equipo de baloncesto así que hay favorecerle”; te exigen lo mismo que al resto de estudiantes, aunque sí que dan facilidades en los plazos.

P: Háblanos un poco de tu equipo.

DV: La pasada temporada fue un poco dura. Teníamos dos jugadores de último año que se suponía que eran buenos y la verdad es que tuvieron una buena temporada, pero la química del equipo no era increíble precisamente. Hubo un montón de cambios en la estrategia del equipo, al principio estaba jugando cinco minutos por partido y creo recordar que en los seis últimos promedié treinta saliendo de titular… Hubo muchos cambios para tratar de encontrar el estilo de juego que funcionase y la verdad es que no nos fue muy bien.

Sin embargo, este año sí que la química del equipo es increíble, hemos traído un chico de NCAA 1 muy bueno, que la verdad es que nos ha dado un gran nivel en la competición… Luka (el pívot serbio Luka Majstorovic) ha dominado todos los partidos, los ha tenido de 37 puntos y tiene un 65-70 % de tiros de campo. Eso nos ha dado un nivel altísimo y nos hemos metido en el “March Madness” pero al final se ha interpuesto la crisis del Coronavirus.

Yo personalmente este año he decidido hacer “redshirt”, es decir hago todo con el equipo pero no juego los partidos. En la NCAA sólo tienes cuatro años de “eligibilidad” y al decantarme por esta fórmula, este año no cuenta. Hago todo con el equipo menos disputar partidos, de tal forma que se me mantiene la beca y puedo jugar un año más. Lo hablé con el entrenador, le pareció muy buena opción y así a mí me da la posibilidad de hacer mis master en “Ingeniería aeroespacial”, al tiempo que tengo un año más para mejorar y tener minutos en mis últimos años universitarios

P: El equipo está ubicado en Daytona Beach. ¿Se nota la presencia de uno de los circuitos de automovilismo más importantes de Estados Unidos? ¿Tiene más presencia la NASCAR que el baloncesto?

DV: El baloncesto sí que tiene presencia. Este año hemos tenido bastante público viendo nuestros partidos porque lo hemos hecho bastante bien, hemos acabado con un balance de 21-10 y eso ha hecho que mucha gente se acercarse al pabellón.

La NASCAR sí que es importantísima aquí, lo que pasa es que sólo hay dos carreras al año y sí que es cierto que los fines de semana que se disputan a lo mejor vienen aquí 150.000 personas, lo cual es una “burrada”. Este año tuve la suerte de ir a ver una de las carreras y la experiencia fue increíble, pero ya te digo que eso sólo pasa dos fines de semana al año.

P: Esta temporada os habíais clasificado para el «March Madness», ¿hay alguna previsión de retomar la competición?

DV: Lo cierto es que ya estábamos concentrados en la ciudad donde se iba a iniciar el “March Madness”, que está a unas dos horas de Daytona Beach, y estábamos entrenando. De hecho íbamos a jugar el primer partido al día siguiente y en medio de la sesión de tiro y scouting nos avisaron que se cancelaba todo y nos quedamos con un sabor agridulce.

Sobre retomar la competición creo que aún no hay nada fijo, pero hay muy pocas posibilidades de que se retome. Creo que ya se ha acabado y lo van a dejar este año porque ningún equipo de la NCAA va a seguir compitiendo.

P: ¿Cómo se vive en el estado de Florida la crisis del Covid-19 y qué similitudes y diferencias hay con respecto a lo que percibes que sucede en España?

DV: La verdad es que ahora no está muy mal… Creo que en Florida tenemos unos 22.000 casos y la suerte es que nos dejan salir a la calle. No puedes salir en grupos grandes y a la playa puedes ir pero no te puedes tumbar en la arena sin hacer nada. Te dejan salir a hacer ejercicio, a hacer la compra a los supermercados y sí que la mayoría de negocios y comercios están cerrados.

Respecto a estar en la calle y haciendo deporte no hay ningún problema, lo único es que a las diez de la noche todo el mundo tiene que estar en sus casas. Respecto a España, donde hay un confinamiento,  estamos bastante mejor pero lo que no sé es si podré ir allí en verano por el tema de los vuelos y sobre todo por si me dejarían regresar a Estados Unidos en agosto. Están hablando de hacer el semestre de otoño íntegramente on-line y ahora mismo no sé que pasaría con el baloncesto.

P: ¿Cuáles son tus expectativas para la próxima temporada?

DV: Para la próxima temporada, de momento sólo se nos va el pívot de último año, básicamente mantenemos el mismo equipo y entonces las expectativas son las de este año: meternos otra vez en el torneo nacional y tratar de llegar lo mas lejos posible. Lo que pasa es que con la crisis del Coronavirus ahora mismo no sabemos si podremos empezar como lo hacemos habitualmente a finales de octubre o principios de noviembre.

De hecho a finales de octubre tendríamos un torneo en Texas con cinco equipos del top 20 de división II de la NCAA y creo que ya están hablando de cancelarlo. En este sentido no tenemos ni idea de lo que va a suceder aunque esperemos que la liga se pueda disputar con normalidad y tener una temporada igual de buena que la de este año o incluso mejor.

P: Si todo va según lo previsto, todavía te quedan algunas temporadas en Estados Unidos pero ¿te gustaría seguir jugando al baloncesto en tu regreso a España a nivel profesional o semiprofesional?

DV: Obviamente sí me gustaría seguir jugando y creo que en España podría hacerlo a buen nivel si sigo con la progresión y los entrenamientos de aquí. También tendría que valorar el aspecto profesional, ya que voy a estar un año más en Estados Unidos y debería considerar las posibles ofertas laborales que tuviese.

Supongo que sería poner en una balanza las opciones de trabajo y las de jugar al baloncesto, pero ahora no tengo ni idea porque no sé siquiera si me voy a quedar aquí o volver a España pero obviamente si se da la opción me gustaría seguir jugando dos, tres, cuatro o los años que fuesen al baloncesto.

Finalmente quiero agradeceros que os hayáis acordado de mí a la hora de la entrevista y confiar en que este verano me dejen volver a España y en agosto entrenar con el CDP un poco.

¡GRACIAS A TÍ DAVID!

Fotos: Cortesía de la web oficial de la Universidad de Embry-Riddle