CAPÍTULO 3 (TEMPORADA 96-97): «EL AÑO DE LA CANASTA DE QUIÑOA»
TEMPORADA DE MUCHOS CAMBIOS DE UN JT QUE DA UN SALTO DE CALIDAD LUCHANDO POR EL ASCENSO. HAY REVANCHA ANTE CÍES VIGO EN UNA ELIMINATORIA RESUELTA CON UNA CANASTA IN EXTREMIS DE JOSÉ QUIÑOA, CAYENDO EN LA SIGUIENTE SERIE CONTRA LA SALLE MAHÓN
El primer hecho trascendente de esta temporada se da al acabar la anterior, cuando la renuncia de la junta directiva del JT provoca que haya una asamblea en la que se configura una nueva junta gestora con unos directivos muy distintos a los que estaban hasta entonces. Se nombra presidente al médico José Manuel González, como reconocimiento a su trayectoria en el mundo de la canasta en una época en la que se encontraba enfermo, si bien quien pasa a llevar el mando del club es su gerente, Miguel Ángel Agudo, quien había sido durante años entrenador ayudante de Luis Alberto dejando esa función un año antes.
Con él llegan otros directivos como Ángel Seco o un Jorge Rubio que mantiene la presidencia de La Inmaculada y que con este movimiento se busca un proyecto que cuente con los equipos más representativos de la base del baloncesto masculino berciano.
Las novedades también trascienden a la parcela deportiva ya que es la primera temporada que José Manuel Vázquez comienza desde el principio como entrenador, lo que introduce muchos cambios. En cuanto a su cuerpo técnico, Alberto Cordón abandona el puesto de entrenador ayudante, sustituyéndole en esa temporada un tal Luis Daniel Enríquez que llega al club después de haber hecho sus pinitos en el Álvaro de Mendaña.
JOSINES Y KUKO CRUZA LLEGAN COMO REFUERZOS DE LUJO PARA UNA GRAN PLANTILLA
Con José Manuel Vázquez planificando el equipo se acaba recurrir casi exclusivamente a jugadores leoneses y a veteranos ex del Elosúa. Jugadores históricos como Urbano González dejan el JT y, de hecho, sólo renuevan tres respecto a la campaña anterior: Nacho Herreras, considerado probablemente el mejor “nacional” de esa plantilla y que regresaba después de su grave lesión, el joven Andrés Rodríguez en quien se confía que pueda explotar en las siguientes campañas y que a pesar de tener 21 años se le confía la capitanía del equipo y el ponferradino Alejandro Vidal, cuya participación estaba siendo testimonial y así continuó.
Pero sin duda el mayor “campanazo” llegó con el fichaje de un base que era todo un lujo para la categoría como “Josines” González, que era el capitán de Baloncesto León en ACB pero casi se había quedado sin minutos, más aún tras la llegada de José Lasa. El JT se aseguraba un “jugadorazo”, pero no le andaba a la zaga el fichaje del alero “Kuko” Cruza, quien había contribuido a las buenas temporadas del Bilbao Patronato y desde el principio demostró ser un “killer” en la anotación.
Y con todo, la línea exterior quedaba completada con el escolta americano Derrick “Radio” Pickens. Por primera vez el club berciano decidía que el refuerzo extranjero no fuese un “poste” y, al principio, la apuesta fue buena ya que proporcionó espectáculo en la cancha, siendo explosivo en el uno contra uno, con un salto potente y anotador. La parroquia berciana disfrutó sin dudas con este jugador.
El juego interior era tal vez el que “cojeaba” algo más, sobre todo por la poca cantidad de efectivos. Y es que a Andrés se le unían otros dos compañeros como el pívot salamantino Roberto Torres, quien aportaba la garra y lucha en la pintura, y un “cuatro” como el andaluz Antonio Mendoza que también tuvo un buen rendimiento. De esta forma, Alejandro Vidal quedaba como cuarto poste del equipo.
Completaba la plantilla un joven escolta leonés, Adrián Suárez, quien no dispondría de muchos minutos este año debido a los talentosos jugadores que tenía delante, al igual que sucedía con otra de las jóvenes apuestas para el juego exterior que llegaba de Barcelona y que años más tarde sería muy trascendente en el baloncesto ponferradino: David Piera. Y como jugadores júnior, quienes estaban habitualmente eran Rodrigo Martínez y “Ricky” Nistal, si bien durante la temporada otros chicos también fueron convocados.
EL EQUIPO ILUSIONA A LA AFICIÓN DESDE EL PRINCIPIO, AUNQUE EN NAVIDAD LLEGAN CONTRATIEMPOS (BAJA DE “JOSINES” Y ESPANTADA DE PICKENS)
La Liga EBA se había “devaluado” al pasar a ser la tercera categoría del baloncesto nacional con la creación de la LEB, con lo que, además, varios de los equipos punteros de la conferencia Norte ya no estaban y el nivel de dificultad había disminuido. De todas formas, no se debe quitar mérito en absoluto a la plantilla del JT, que era de muy buen nivel y acabaría por pasar de ser un equipo que luchaba por descender a estar en la zona noble. Otros conjuntos, en cambio, pegarían un “bajón” considerable.
La conferencia norte estaba sustancialmente cambiada tras los ascensos de Breogán, Cantabria, Bilbao y Askatuak. De hecho, para esta temporada se remodelaban los grupos y los vascos y navarros pasaban al «este», con lo que la competición se limitaba a Castilla y León, Galicia y Asturias, ante la ausencia de equipos cántabros.
Por otro lado, equipos como el Espolón de Burgos y el CAB Coruña desaparecían por motivos económicos. Ese hecho benefició que el Sondeos del Norte se moviese de Arteixo a la ciudad herculina, configurándose como un equipo temible liderado por un americano que era un lujo para la competición, Spencer. En Ferrol, el OAR desaparecía pero sus derechos eran heredados por un nuevo club de la localidad, Baloncesto Galicia, donde seguía el bloque de la temporada anterior, con Manolo Aller en sus filas y que buscaba el ascenso a LEB a toda costa. Aparte de estos dos grandes, en la lista de «outsiders» estaban equipos como Cíes Vigo, Viña Costeira o el filial de Baloncesto León.
Los cambios experimentados favorecieron también la llegada de muchos equipos nuevos como Pescanova Porriño, Peleteiro de Santiago de Compostela, Universidade de Vigo, Forum sub 23 (que retornaba a la categoría) y tres asturianos como Grupo Covadonga de Gijón, Vetusta Oviedo y Joluvi Avilés.
En cuanto al formato de competición, había cambiado una vez más y los dos primeros de cada grupo se clasificaban directamente para la eliminatoria previa a la final a 8 de ascenso a LEB. Del tercero al sexto debían disputar otro play off anterior (tercero contra sexto y cuarto contra quinto), mientras que los otros ocho equipos lucharían por evitar el descenso.
Con este panorama, y después de caer en la primera jornada compitiendo hasta el final en la cancha del gran favorito de la liga, Sondeos del Norte, el JT confirmaba las buenas sensaciones de la pretemporada con triunfos convincentes, donde la vuelta de Nacho Herreras y el plus que suponían Josines, Kuko, Pickens, Mendoza y Torres evidenciaban una mejoría considerable respecto a años anteriores, aunque, en honor a la verdad, el quinteto inicial estaba muy marcado y no muchos jugadores entraban en rotaciones con minutos, lo cual era un cierto handicap.
Cuando parecía que habíaN llegado momentos felices a La Borreca, el club pronto se encontró con su primer contratiempo serio al conocerse la denuncia por impagos que habían presentado la mayoría de jugadores y el entrenador de la temporada anterior, aunque afortunadamente no acabó por afectar al funcionamiento del club ni supuso un embargo que paralizase todo.
En lo deportivo, el equipo enganchaba de nuevo a la afición que se convertía de nuevo en un auténtico sexto jugador y hacía de “La Borreca” un fortín del que todos los rivales sabían que era muy complicado sacar algo positivo. Rápidamente se vio que la aspiración del equipo era algo más que “mantener la categoría” y que el JT se encaramaba a los puestos altos de la clasificación, sin perder de vista a los dos primeros, que eran Sondeos del Norte y Baloncesto Galicia. De hecho, fue cuando se les ganó en un partido ajustado a estos últimos cuando se empezó a creer en que se podía hacer “algo grande”.
Se llegaba al parón navideño cerca de los “dos grandes” y pensando que se les podía alcanzar, pero entonces llegaron las malas noticias en forma de bajas inesperadas. Por una parte, el americano Derrick Pickens “pegaba la espantada” al no regresar de Estados Unidos según dijo a sus representantes “porque tenía una abuela muy enferma”. Lo más probable fue que las expectativas que tenía del nivel de la Liga EBA eran muy distintas a la realidad y se había arrepentido del fichaje, pero sin duda supuso una gran decepción para una parroquia berciana que se había ilusionado con un jugador anotador y que aportaba espectáculo.
Por otro lado, “Josines” recibía la oferta del Breogán de Lugo y acababa fichando por su equipo de liga LEB, con lo que de repente los verdes se encontraban probablemente sin sus dos jugadores más determinantes en la línea exterior, con permiso de Kuko Cruza. Así tocaba afrontar una dura segunda vuelta.
CON LOS FICHAJES DE QUIÑOA Y SHANON SMITH EL EQUIPO SE “RECOMPONE” Y ACABA QUINTO LA LIGA REGULAR
El club ponferradino se repondría de estos últimos contratiempos y lograría sustitutos para la segunda vuelta de la competición donde se veía que se podía aspirar a entrar en “Play Offs” por el título. El recambio americano era el de Shanon Smith, un alero anotador y que cumplía perfectamente su función, aunque no aportaba el espectáculo de “Radio” Pickens.
Mientras, el Breogán de Lugo compensaba el perjuicio que suponía el fichaje de “Josines” cediendo a uno de sus más prometedores bases y que no estaba teniendo minutos en su equipo de LEB: José María Esteban Quiñoa. En los primeros partidos el jugador gallego demostró su calidad y ser un gran jugador para la categoría en la dirección y en la anotación, volviendo a ilusionar a una afición que había quedado un tanto “triste” con la marcha de “Josines”. Era muy difícil reemplazarlo, pero Quiñoa firmó una grandísima temporada.
Así pues la competición siguió por los mismos derroteros, con el JT mostrando un gran nivel competitivo aunque ciertos pinchazos le alejó un tanto de los dos primeros y le hizo jugarse los otros puestos de privilegio con un Cíes Vigo que se había reforzado también muy bien, con un Viña Costeira que había configurado de nuevo un gran equipo donde destacaba Iker Urrezti, el sorprendente Pescanova Porriño y un Elmar León que había dado un salto de calidad con la madurez de sus canteranos (Chagoyen, Ordin, Chanca, etc.) y que al final se quedó fuera del Play Off por el título.
Para las últimas jornadas, el JT se había clasificado ya para los Play Off por el título, pero se sabía que tendría que jugar la “primera eliminatoria” (al no quedar entre los dos primeros) y que, además, lo haría con el factor cancha en contra. Tocaba esperar rival y finalmente los de José Manuel Vázquez acabaron quintos y les tocaba enfrentarse en dicha eliminatoria con un equipo que se estaba convirtiendo en “enemigo íntimo”: Cíes Vigo.
LA “HISTÓRICA” CANASTA DE QUIÑOA DA EL TRIUNFO EN LA ELIMINATORIA Y PROPICIA UNA GRAN CELEBRACIÓN EN “LUIS DEL OLMO”
De nuevo el equipo entrenado por Miguel Martínez Méndez y de nuevo con el factor cancha en contra. Si el JT había dado un salto de calidad, el Cíes Vigo no se quedaba atrás y el bloque de los Pelayo, Cadahía, Núñez, Farés, Maxi, etc., se mejoraba sustancialmente con dos fichajes de calado: el alero americano Justin Wimmer y el poste Valentín Baeza, que venía de ascender al Breogán a LEB y formaba una pareja temible con Andrés Cadahía.
El balance durante la temporada había sido de un triunfo para cada equipo, por lo que el factor cancha era una ventaja para los gallegos, pero engañosa en cierta manera. La serie era al mejor de tres partidos y el primero de ellos era en Ponferrada, siendo el segundo y el tercero en Vigo, con lo que si el JT se hacía fuerte en “La Borreca” y ganaba en la práctica estaba endosando un “matchball” al Cíes.
Así todo, la eliminatoria comenzó un sábado en “La Borreca” con un JT conjurado y enchufado que dejó boquiabiertos a todos y que rompió el choque desde el inicio, superando los 20 puntos de renta que ya fue un enorme lastre para el Cíes y que puso patas arriba a un pabellón que no se esperaba lo que estaba viendo en absoluto. Cómoda victoria y el 0-1 en la eliminatoria que obligaba al Cíes a ganar sus dos partidos en casa.
Dichos encuentros se disputaban en viernes y domingo con un margen de menos de 48 horas, con lo que el equipo se concentró en Portonovo. Se sabía que las cosas no iban a ser sencillas y en el segundo encuentro el Cíes lo confirmó, saliendo en esta ocasión ellos conjurados a la pista para vengarse de lo ocurrido casi una semana antes y endosando un correctivo al JT que era el 1-1 en la eliminatoria y ponía a prueba la capacidad de reacción de los ponferradinos sabiendo que había acabado el partido el viernes por la noche y volvías a jugar el domingo a mediodía.
Y el tercer y crucial partido en “As Travesas” no tuvo nada que ver con los dos anteriores. El partido mantuvo una máxima igualdad, aunque por momentos parecía que el Cíes Vigo se podía ir en el marcador. Sin embargo, el JT se repuso y se llegó los momentos claves con máxima igualdad en el marcador. Fue entonces cuando los de José Manuel Vázquez dispusieron del último balón para ganar el partido y la eliminatoria, jugándosela Quiñoa y anotando prácticamente sobre la bocina una canasta que es historia del baloncesto berciano.
Se desató la euforia en el parquet de los jugadores y los miembros de la peña “Infierno Verde” que estaban allí. Se frenaba de esta forma también la mala suerte que acompañaba al equipo en los Play Off de los años anteriores.
Pero sin duda para el recuerdo está el hecho de que dicha alegría se trasladó a Ponferrada y a todos los aficionados que se concentraron cerca de la medianoche en la plaza Luis del Olmo para recibir al equipo. Cerca de 300 aficionados dieron un recibimiento a jugadores y entrenadores que no se esperaban y que acabó con todos duchados en la fuente… La ilusión por el baloncesto en Ponferrada había cogido bríos.
DESPEDIDA DE LA TEMPORADA EN LA ELIMINATORIA CONTRA LA SALLE MAHÓN
Después de superar a Cíes Vigo, tocaba afrontar la eliminatoria que daba acceso a la final a 8 y que era una misión casi imposible. Enfrente estaba La Salle Mahón, un equipo que venía de ser campeón de la conferencia “Este” y que esperaba cómodamente rival, teniendo como claro objetivo irrenunciable el ascenso a LEB.
Para ello se había configurado una gran plantilla con jugadores como Raúl Capablo, De Pablo, Antonio Soler y sobre todo el talentoso base local, Patricio Reynés, y un poste americano que marcaba diferencias como Delon Turner, probablemente el mejor jugador toda la Liga EBA… El entrenador era José Luis Oliete, quien unos años después dirigiría a Baloncesto León.
Por si fuera poco, se llegaba a esta serie con otra mala noticia: Shanon Smith era dado de baja por el JT y no jugaría. El americano había rendido bien a lo lado de la segunda vuelta, pero una serie de indisciplinas llevaban al club a tomar la decisión por el bien del vestuario. No estaba teniendo suerte la entidad ponferradina con los últimos tres americanos.
La serie era al mejor de cinco partidos, siendo los dos primeros en la isla de Menorca, lo que sirvió sin duda a la plantilla y técnicos del club ponferradino para descubrir todo un paraíso que por aquel entonces no era muy conocido… Y también para dar la cara en los encuentros disputados en Mahón e intenta poner las cosas difíciles a un La Salle que estaba enfilado en su objetivo de llegar a la final a 8 y acababa marcar diferencias por la enorme calidad de su plantilla para acabar ganando sus dos primeros encuentros entorno a los diez-quince puntos.
La serie se ponía muy cuesta arriba con el 2-0 en contra, pero había la esperanza de forzar algún partido más, por lo que tanto afición como equipo se conjuraron para que “La Borreca” fuese un fortín una vez más. El tercer partido fue de gran dureza donde los menorquines fueron casi siempre por delante en el marcador, pero Ponferrada intentaba agarrarse continuamente al partido.
Sin embargo, Delon Turner demostró lo gran jugador que era y marcó diferencias en la pista. Los bercianos tuvieron opciones hasta el último minuto espoleados por su afición, pero acabaron sucumbiendo, finalizando el partido y la temporada con un triste epílogo en el momento en que el “speaker”, José Ángel Lana, dicho de forma edulcorada, invitó a los aficionados “a cerrar las puertas del pabellón para dejar un recuerdo a los árbitros”.
Esto acabó por calentar los ánimos en un choque que ya había sido tenso y que tuvo la guinda en el momento que Delon Turner se puso frente a la grada en actitud desafiante frente a la grada, con lo que estuvo a punto de impactarle alguna almohadilla. Los colegiados tuvieron que salir escoltados por la policía del pabellón y, en honor a la verdad, no ocurrió ningún incidente reseñable más allá de la espera de varios aficionados y algunas almohadillas caídas a la pista, pero especialmente las palabras del responsable de la megafonía, que quedaron reflejadas en el acta, acarrearon como sanción la clausura del pabellón de “La Borreca” durante un partido al inicio de la siguiente temporada.
Cierre de temporada que dejó un cierto regusto amargo pero que en absoluto empañaba una gran campaña de un equipo que había vuelto a ilusionar de gran manera a la afición berciana.
OTROS DATOS DE AQUELLA LIGA EBA
Después de esa eliminatoria ya estaba la “final a 8” para ascender a LEB y tal como se esperaba el equipo que se proclamó campeón fue un La Salle Mahón que estaba construido únicamente con tal fin. De hecho, sería el único conjunto que formalizase su ascenso ya que el otro finalista, Llobregat, acabaría renunciando.
De los equipos de la conferencia “Norte” quien más lejos llegó fue el Sondeos del Norte, que lo hizo hasta semifinales, pero ninguno de los equipos del grupo subió a la categoría con lo que a priori el JT tendría los mismos rivales duros de cara a la campaña siguiente.
CB BEMBIBRE, “SE PONE EL MUNDO POR MONTERA” Y SALE EN SEGUNDA DIVISIÓN FEMENINA
Toda vez que la puesta de largo del club en la liga júnior autonómica femenina había sido todo un éxito, el club se encontraba con la situación de que varias de sus jugadoras seguían por Bembibre, pero ya pasaban a ser “sénior”. Y ante esta situación, el club ni corto ni perezoso decidió intentar inscribir al equipo en la liga “de mayores” más baja que fuera posible, sin contar con ningún tipo de experiencia más allá del año anterior en júnior autonómica y los anteriores en “Juegos Escolares”.
Así pues, no quedaba otra opción que hacerlo en la Segunda División Femenina, que por aquel entonces era la tercera categoría del baloncesto nacional (no existía la Liga Femenina 2), mezclando equipos castellano leoneses, asturianos y cántabros y, probablemente, más dura que la actual Primera División Nacional Femenina.
Para este cometido, el club tiró de buena parte de la base jugadoras de la temporada anterior y de una jugadora bembibrense de origen caboverdiano que llevaba muy poco tiempo jugando al baloncesto y que acabaría siendo “historia” dentro del club: Gilda Silva.
Además, se puso el ingrediente de veteranía con la incorporación de Ana Valderrey y se completaba el equipo con otras jóvenes ponferradinas con la única experiencia de Juegos Escolares como Rebeca e Iria (procedentes del JT) y Natalia (Álvaro de Mendaña).
En cuanto a la competición, había equipos hechos única y exclusivamente con el objetivo de ascender a Primera, como el Amide Camargo cántabro, y otros que eran la prolongación de buenas canteras castellano y leonesas como Halcón Viajes y Ponce de Valladolid.
Tal y como se recuerda en la página web del club, se pasó de una situación de ganar en júnior la mayoría de partidos a sufrir en Segunda División y no lograr la primera victoria hasta la séptima jornada, “lo que supuso un motivo de fiesta en el autobús de regreso a Bembibre”. Se sabía que iba a ser una temporada dura por acudir sin apenas experiencia y donde tocaba pagar unas cuantas novatadas, pero eso se asumió dentro de la normalidad y como un proceso de aprendizaje dentro del crecimiento del club.
OTROS EQUIPOS BERCIANOS EN LIGAS SÉNIOR
Pocas cosas cambiaban en el resto de competiciones sénior con equipos salvo alguna desaparición. En Primera División Autonómica volvía a sacar equipo el CB Bembibre La Berciana, siendo ésta la última campaña que lo haría debido a los costes y los largos desplazamientos para una plantilla a la que había regresado Miguel Ángel Orallo después de su paso por el JT.
En la liga sénior, la novedad era la baja como equipo del CB Vega de Espinareda, con lo que finalmente algunos de sus jugadores se integraban en la vecina Universidad Minera de Fabero, haciendo un equipo bastante más competitivo a las órdenes de Fidel, que era muy complicado de superar en la cancha.
Sin embargo, los que estuvieron peleando por arriba hasta el final fueron Basket Bierzo y CB Torre del Bierzo, de tal manera que se la jugaron en un doble enfrentamiento al final de la liga, debido a que el choque de la primera vuelta había quedado aplazado y estos dos equipos llegaban al tramo final jugándose el título con el CB Coyanza de Valencia de Don Juan. En Bembibre los ponferradinos conseguían templar más los nervios y acababan por llevarse el gato al agua, en un partido muy igualado y de alta tensión decidido en los instantes finales con lo que los del Bierzo Alto quedaban descartados por el título.
En cambio, en el partido disputado en Flores del Sil que podía suponer el título provincial para Basket Bierzo, los jugadores de Torre del Bierzo devolvían la moneda y eran los que acudían con menor presión y acababan jugando más tranquilos, con un Fernando Silván letal en el lanzamiento exterior y un Rafa del Pozo en la pintura que acababan por vencer y privar del título a los ponferradinos, en un partido donde también hubo mucha tensión en la pista.
Al final este triunfo de Torre le daba el segundo puesto de la clasificación, quedando el Coyanza campeón de liga y Basket Bierzo en tercera posición.
EN LA BASE, LA INMACULADA SE INTEGRA EN LA ESTRUCTURA DEL JT
La llegada del presidente de La Inmaculada, Jorge Rubio, a la Junta Gestora del JT propiciaba un acuerdo histórico por el cual las dos principales canteras masculinas del Bierzo quedaban vinculadas al JT y el equipo de Liga EBA podía recurrir a sus jugadores.
En este marco de colaboración, esa temporada los dos clubes mantenían su autonomía y sacaban equipos dentro de una Liga Provincial que volvía a ser de “circunscripción única”, junto a los conjuntos del resto de León, tras el fallido intento de hacer un grupo sólo de equipos del Bierzo.
Esto propició que los clubes que se habían apuntado como Fabero, Álvaro de Mendaña y Bembibre, desistiesen de continuar en la Provincial. Por parte del JT, Luis Daniel Enríquez quedaba como entrenador de los equipos júnior y cadete además de ser el ayudante de José Manuel Vázquez en Liga EBA.
Por su parte, tras la marcha de Luis de la Fuente por motivos laborales, eran Nacho Herreras y Jorge Rubio “hijo” quienes pasaban a dirigir los conjuntos de La Inmaculada. Ésta sería la última temporada que el instituto Gil y Carrasco sacaba equipos, concretamente un júnior, en liga Provincial.
Tanto Fernando Manceñido como Abel abandonaban el club como entrenadores, y varios de los mejores jugadores se integraban dentro del JT. El equipo que quedó afrontó la temporada con una cierta desmotivación, y rendimiento que hicieron que el centro educativo renunciase al final de la temporada a seguir asumiendo el coste de la Provincial.
A reseñar que esa temporada también participó en liga provincial un equipo cadete femenino, precisamente del Gil y Carrasco, aunque sería una experiencia efímera. Como dato anecdótico, en ese equipo estaba una jugadora que actualmente es directora de un colegio de Ponferrada.
“Los últimos 25 años del baloncesto berciano” es un proyecto personal de Rubén Fernández Sánchez. El Club Baloncesto Ciudad de Ponferrada se limita a proporcionar soporte en su página web, por lo que toda la responsabilidad de lo escrito y publicado recae en el autor. Para cualquier información o aclaración pueden ponerse en contacto en rubenfs78@gmail.com
Fotos:grupo “Facebook” de “Ex jugadores y entrenadores del JT” y www.cbbembibre.com.