El Universidad de León (ULE) Bodegas Guerra SDP confirmó su pleno de victorias en el comienzo la Liga Apinfoncal de León al imponerse por 31-87 al Aizkorri Astorga Basket en la capital maragata. El nivel defensivo de los hombres de Pablo Rodríguez y un segundo cuarto perfecto, en el que firmaron un parcial de 0-24, encarrilaron el cuarto triunfo del cuadro universitario, que se ha impuesto en todos sus compromisos por cincuenta puntos o más de diferencia.

Apenas durante el primer cuarto resistieron los maragatos, que encajaron 6 puntos en los primeros minutos sin poder dar réplica en una racha culminada por Moisés Roca. Además, los jugadores locales tampoco pudieron a continuación frenar un el inicio fulgurante de Diego Soárez, que hizo 9 de sus 19 puntos en un tramo inicial que acabó con el marcador 9-17 favorable a la formación berciana, que empezó a dar pistas de lo que sería la tónica del choque.

De hecho, el primer triple, de Víctor Pérez, anunció la tormenta que se desataría a continuación. Los ponferradinos asestaron un golpe que sería definitivo para el devenir del choque con un parcial de 0-24 que culminó Juan Chacón y en el que tuvo gran protagonismo Soárez para completar una gran actuación. Buenos minutos, asimismo, de Roca y Alberto González, que aprovechó la primera técnica de los astorganos. La siguiente no fue aprovechada por Soárez para llegar 13-48 al descanso.

Con el partido encarrilado, tocaba administrar energías y repartir protagonismo, aunque sin relajarse. De hecho, Gonzalo Álvarez anotó su primer triple –anotó otro en el último cuarto– y sus compañeros volvieron a acertar tres veces más de forma consecutiva desde el perímetro en otro parcial, ahora de 0-14, que disparó la diferencia por encima del +40 antes de alcanzar el último cuarto con el 23-69 en el electrónico.

Pocos alicientes había ya en el tramo final, puesto que estaba sentenciado el enfrentamiento en tierras maragatas. Nueva técnica para los locales, la cual fue aprovechada por un Joan Marc Ferrer que anotó su primer triple en los últimos compases del choque, que se resolvió con el referido 31-87 gracias a las buenas actuaciones en estos últimos instantes de Alberto y Miguel Prieto, que había anotado desde más allá del arco con anterioridad.