La ficha del partido:

Clínica Ponferrada SDP, 70 (18+17+19+16): Marc Peñarroya (7), Pau Treviño (-), Rubén Salas (6), Josep Fermí Cera (2), Riley Hayes (12) –cinco inicial-; David Òrrit (10), Sergio Romero (2), Álex López (-), Juan Chacón (2), Charles Knowles (14), Diego Soárez (6) y Ousman Sima (9). –Entrenador: Oriol Pozo.

Cultural y Deportiva Leonesa, 103 (16+22+34+31): Majok Deng (26), Dylan Hayman (8), Diego Bultó (6), Max Amadasun (18), Jaime Llamas (17) –cinco inicial-; Pablo Orenga (12), Dídac Cebolla (-), Adrià Domínguez (5), Eric Van der Heijden (5) y Rodrigo Llamas (6). –Entrenador: Luis Castillo.

Árbitros: Saúl Pérez Hernández e Isidoro Sánchez Tardaguila.

Incidencias: Partido amistoso celebrado en el Pabellón Municipal de La Bañeza (León).

El séptimo proyecto del Clínica Ponferrada SDP en la tercera categoría del baloncesto nacional se estrenó en la localidad de La Bañeza, donde sufrió una severa derrota (70-103) en el derbi provincial contra uno de los que serán sus rivales en el Grupo Oeste de la Segunda FEB, la Cultural y Deportiva Leonesa, mucho más acertada y que llegó mucho mejor físicamente a la segunda mitad del choque.

Tras el descanso, precisamente, se vino abajo el cuadro berciano, que compitió a buen nivel durante esos primeros veinte minutos. Sin embargo, acabó acusando dos bajas notables, David Efambe y Rasmuk Blak, que limitaron la rotación en el juego interior del equipo dirigido por un Oriol Pozo que repartió minutos entre todos los disponibles, incluso con Charles Knowles, que aportó 14 puntos.

En líneas generales y obviando ese decaimiento físico tras el paso por vestuarios, algunos buenos detalles, no obstante, se pueden rescatar de Riley Hayes, que se fue a los 12 tantos, mientras que David Òrrit llegó a los 10. Ousman Sima, que aportó 9, también lo intentó en esa segunda mitad en la que el acierto del equipo de Luis Castillo dinamitó el encuentro con varios parciales decisivos.

La primera mitad, mucho más igualada

El primer cuarto, de hecho, fue muy igualado y mostró a dos equipos muy erráticos, con muchos lanzamientos fallados y con evidentes carencias de dominio del juego al ser el primer encuentro para ambas formaciones en esta pretemporada. Llevó la iniciativa durante algunos minutos el equipo de la capital leonesa, pero acabó en ventaja (18-16) el equipo berciano gracias a sendos triples de Knowles y Òrrit después de haber sacado bastante producción en la pintura y con tiros libres merced a las buenas actuaciones de Diego Soárez y Hayes.

Ya en el segundo cuarto, el conjunto ponferradino empezó a acusar el bajón de su condición física. Pese a soportar el primer arreón leonés que dio la vuelta al marcador e incluso replicar con una racha de 7 puntos sin respuesta que culminó Òrrit, los capitalinos empezaron a dominar en la pintura gracias a Max Amadasun. Los buenos minutos de Hayes, que firmó 6 puntos en este tramo del duelo, no evitaron que los leoneses tuvieran muchas opciones desde la línea del tiro libre que les permitieron llegar al descanso con ventaja (35-38) al anotar sus últimos 7 puntos desde los 4,60.

Un parcial demoledor tras el paso por vestuarios

El duelo se rompió tras la reanudación, principalmente, debido a un parcial de 0-15 culminado con un 3+1 que pudo ser más dañino si Adrià Domínguez hubiera hecho el pleno tras el triple del exjugador de la escuadra ponferradina Jaime Llamas. Además, se añadió el condicionante de que los bercianos entraron en bonus antes de los tres primeros minutos del cuarto. Limitados físicamente y condicionados por las faltas, la situación se agravó aún más ante el extraordinario acierto, que llevó la diferencia hasta la veintena antes de que Rubén Salas pusiera el 54-72 al final del tercer periodo.

Por si quedaban mínimas dudas, el cuarto asalto las resolvió en los primeros compases con una racha de 9 puntos sin contestación berciana que culminó la estrella del choque, Majok Deng, que firmó 12 de sus 26 puntos en este tramo final del mismo. Hasta el último triple, anotado por Jaime Llamas, apretaron los leoneses, que no vieron peligrar su abultada renta en ningún momento y disfrutaron cada canasta. El cuadro berciano no varió su plan, con cargas medidas milimétricamente, y no pudo evitar el 70-103 al final de los cuarenta minutos.