La ficha del partido:
Clínica Ponferrada SDP, 88 (21+22+22+23): David Òrrit (10), Pau Treviño (21), Sergio Romero (3), Rasmus Blak (15), Riley Hayes (17) –cinco inicial-; Jamie Bergens (18), David Efambe (-), Álex López (-), Rubén Salas (2), Josep Fermí Cera (2) y Ousman Sima (-). –Entrenador: Oriol Pozo.
Insolac Caja 87, 78 (27+23+15+13): Sergio Cecilia (17), Garvin Clarke (13), Matija Bilalovic(9), Nedim Đedović (20), Adrián Latorre (2) –cinco inicial-; Obi Okafor (7), Rafa Santos (6), Joaquín Cebolla (-) y Lamin Dibba (4). –Entrenador: Adrià Alonso.
Árbitros: Manuel Berbeira Oria y Romina Marchiano Ucelli. Eliminado Adrián Latorre.
Incidencias: Partido correspondiente a la 8ª jornada del Grupo Oeste de la Segunda FEB celebrado en Pabellón Lydia Valentín de Ponferrada. Se guardó un minuto de silencio y los jugadores posaron con una pancarta contra la violencia de género.
El Clínica Ponferrada SDP llega al parón de la ventana FIBA con óptimas sensaciones al vencer (88-78) al Insolac Caja 87, uno de los mejores equipos del Grupo Oeste de Segunda FEB. Sin embargo, no pudo evitar su primera derrota a domicilio, en la que la química del Lydia Valentín con su equipo fue vital para que el cuadro berciano se coloque tercero, por delante, precisamente, del sevillano.
Clave, sin duda, para sumar este sexto triunfo el acierto exterior (12 de 23 en triples) de los de Oriol Pozo, liderados por un Pau Treviño que firmó una actuación majestuosa, cerca del doble-doble (21 puntos y 8 rebotes) y casi infalible en el tiro. Además, estuvo bien secundado por sus compañeros, con hasta cinco jugadores con 10 o más puntos para dar la vuelta al marcador tras una primera mitad superlativa de los visitantes.
De hecho, el inicio del cuadro andaluz, concretamente de Nedim Đedović, fue espectacular, ya que suyas fueron las primeras canastas, un 2+1 y su primer triple. Precisamente, desde el perímetro replicó el conjunto ponferradino con sendos aciertos de Treviño y Sergio Romero, los capitanes. Sin embargo, se unieron al festival desde más allá del arco Matija Bilalovicy Sergio Cecilia para acercar la diferencia al +10.
El extraordinario acierto exterior de los visitantes hasta el intermedio, anotando incluso a tabla, mantuvo la renta en esos guarismos y el cuadro berciano tuvo que agarrarse también a los lanzamientos lejanos para evitar una brecha preocupante. Anotó Rasmus Blak desde la esquina y el interior para evitar una desventaja mayor, aunque los tiros libres no evitaron que los sevillanos ganaran (21-27) el primer cuarto.
Llegó la diferencia al +10 gracias a Obi Okafor, que tuvo un adicional que no aprovechó. Entonces, Oriol Pozo, técnico local, buscó un giro de guion que dibujó la primera canasta de Jamie Bergens. Sin embargo, varias pérdidas evitaron que recortaran los locales hasta que Blak y Bergens, que acabaron con 15 y 18 tantos respectivamente, obligaron con sus triples a Adrià Alonso, míster visitante, a parar el encuentro.
Mejoró el cuadro berciano pese al alley oop que completó Lamin Dibba, ya que una canasta de Riley Hayes tras rebote ofensivo apretó el marcador. Castigaron Đedović y Garvin Clarke desde lejos y los sevillanos volvieron a abrir brecha desde el tiro libre al culminar un parcial de 0-10. Además, Bilalovic contestó al triple de Bergens antes de que David Òrrit, que añadió 7 asistencias a sus 10 puntos, pusiera el 43-50 al descanso.
La reacción llegó tras la reanudación, ya que los bercianos lograron enlazar 13 puntos sin respuesta de los andaluces acumulados con el final del segundo acto que les dieron su primera ventaja. Culminó Treviño esa racha con un triple y Hayes, que sumó 17 puntos, fue clave para mantener momentáneamente esa renta con dos acciones en el poste bajo pese a que Oriol Pozo fue castigado con una técnica que pareció excesiva.
Unas buenas acciones defensivas precedieron a un 2+1 de Bergens que provocó una reacción desmedida de Adrià Alonso antes de que su equipo volviera a engancharse y recuperara la iniciativa con un triple de Cecilia. Incluso tuvieron los andaluces un colchón merced a los tiros libres, pero Treviño anotó un triple y un tiro libre con el reloj casi a 0 para dejar las espadas en todo lo alto (65-65) antes del último cuarto.
Pese a las canastas de Hayes y Treviño, volvió a adelantarse la escuadra sevillana con otro triple de Đedović. Podía caer el choque para cualquier lado y esa alianza Treviño-Hayes equilibró de nuevo la contienda antes de que Adriá Alonso fuera sancionado con la técnica que le habían perdonado antes. No hizo el pleno David Òrrit, pero el triple de Treviño tras el rebote ofensivo de Blak forzó otro tiempo muerto visitante.
El público del Lydia Valentín hizo el resto. Llevó en volandas a los blanquiazules hasta el final y la canasta de Hayes en una continuación acercó la renta ponferradina a los dobles dígitos. Pese al triple de Clarke, la respuesta inverosímil y también desde muy lejos de Bergens sirvió para dejar el choque sentenciado. El propio escolta neerlandés cerró el partido con otra acción de talento para poner el 88-78 definitivo.d superlativa de los visitantes.
El inicio del cuadro andaluz, concretamente de Nedim Đedović, fue espectacular, ya que suyas fueron las primeras canastas, un 2+1 y un triple. Precisamente desde el perímetro contestó el conjunto ponferradino con sendos aciertos de sus capitanes, Pau Treviño y Sergio Romero. Sin embargo, aún anotaron desde más allá del arco Matija Bilalovic, Sergio Cecilia y otra vez Đedović para acercar la diferencia al +10.
El extraordinario acierto exterior de los visitantes, anotando incluso a tabla y con algo de fortuna, mantuvo la renta en esos guarismos y el cuadro berciano tuvo que agarrarse también a los lanzamientos lejanos para evitar una brecha preocupante. Anotó Rasmus Blak desde la esquina y el interior para evitar una desventaja mayor, aunque los tiros libres no evitaron que los sevillanos ganaran (21-27) el primer cuarto.
Llegó la diferencia al +10 con dos canastas de Obi Okafor, que tuvo un adicional que no aprovechó. Entonces, Oriol Pozo, técnico local, buscó un giro de guion que dibujó la primera canasta de Jamie Bergens. Sin embargo, varias pérdidas evitaron que recortaran los locales hasta que Blak y Bergens entraron en combustión con sendos aciertos desde los 6,75 que forzaron a Adrià Alonso, míster visitante, a parar el choque.
Pareció ganar en solidez e intensidad el cuadro berciano pese al alley oop que culminó Lamin Dibba, ya que una canasta de Riley Hayes tras rebote ofensivo apretó al máximo el marcador. Volvieron a castigar Đedović y Garvin Clarke desde lejos y los sevillanos volvieron a abrir brecha desde el tiro libre al culminar un parcial de 0-10. Bilalovic contestó al triple de Bergens antes de que David Òrrit pusiera el 43-50 al descanso.
La esperada reacción llegó tras la reanudación, ya que los bercianos llegaron a enlazar 13 puntos sin respuesta de los andaluces acumulados con el segundo acto que les dieron su primera ventaja. Culminó Treviño esa racha con un triple que forzó otro tiempo muerto de Alonso. Mantuvo Hayes la exigua renta con dos acciones en el poste bajo a pesar de que Oriol Pozo fue castigado con una técnica que pareció excesiva.
Varias acciones defensivas de valor precedieron a un 2+1 de Bergens que provocó una reacción desmedida de Adrià Alonso antes de que su equipo se volviera a enganchar y recuperara la iniciativa con un triple de Cecilia. Cogieron un pequeño colchón gracias a los tiros libres, pero Treviño anotó un triple y un tiro libre con el reloj casi a 0 para dejar las espadas en todo lo alto (65-65) de cara al cuarto periodo.
Pese a las canastas de Hayes y Treviño, volvió a adelantarse la escuadra sevillana con otro triple de Đedović. Podía caer el choque para cualquier equipo y la alianza Treviño-Hayes equilibró de nuevo la contienda antes de que Adriá Alonso fuera sancionado con la técnica que le habían perdonado antes. No hizo el pleno David Òrrit, pero el triple de Treviño tras el rebote ofensivo de Blak forzó otro tiempo muerto visitante.
El público del Lydia Valentín hizo el resto. Llevó en volandas a los blanquiazules y la canasta de Hayes en una continuación acercó la renta ponferradina a los dobles dígitos. Pese al triple de Clarke, la respuesta inverosímil y desde muy lejos de Bergens sirvió para dejar el choque sentenciado. El propio escolta neerlandés cerró el partido con otra acción de talento y puso el 88-78 definitivo.