En nuestro espacio “Conoce a…” retratamos este mes a Javi García, persona fundamental en el crecimiento del Club Baloncesto Ciudad de Ponferrada desde su llegada en la temporada 2011-2012. Como jugador, formó parte del primer equipo hasta 2018, aunque posteriormente ha formado parte del equipo sénior que compite en la Liga Provincial en distintas etapas. Asimismo, ha formado parte de varios cuerpos técnicos del club en categorías de base, con los llegó a participar en dos finales a cuatro, una como ayudante y otra como primer entrenador.

Ciudad de Ponferrada (CdP): ¿Qué recuerdas con más cariño de tu etapa en el club?

Javi García: Sin lugar a dudas, la gente, compañeros de equipo, compañeros entrenadores, personas que colaboran a diario de manera menos visible y a toda la gente que te anima cada día.

CdP: ¿Hay alguna anécdota divertida o memorable que te gustaría compartir de tu etapa en el club?

J. G.: No sé si memorable es la palabra, pero recuerdo un viaje a Madrid para jugar contra la cantera del Real Madrid y en el que nosotros, como equipo de amigos que éramos en aquel momento, llevamos la mayor de las meriendas para antes del partido (empanadas, embutido, dulces…). Siempre que veo fotos de aquel momento me sale una sonrisa por el hecho de ser unos amigos disfrutando juntos de aquella experiencia.

CdP: ¿Cómo describirías el ambiente en el club durante tu etapa allí?

J. G.: Familiar y muy profesional. En aquel momento era un club en una etapa de crecimiento pleno. Apostaron por una figura que dedicara el 100% de su tiempo al club de una manera más profesional, pero esa figura estaba muy bien acompañada por toda la labor que realizaban las personas de su alrededor, gente que dedicó mucho tiempo a los niños y niñas de manera desinteresada.

CdP: ¿Quiénes fueron tus mayores apoyos dentro del club?

J. G.: Muchas personas en diferentes etapas. En un primer momento, Iván Cuesta fue mi referente, me hizo entender y ver el baloncesto de una manera diferente a la que conocía e invirtió muchas horas en mi persona. Más adelante, Alexis y Enrique Fernández fueron dos personas muy importantes para mí, con los que viví algunas de las mejores experiencias de mi vida. Sin embargo, no puedo dejar de nombrar a Luis Daniel y Javi Fernández, dos personas que siempre han estado ahí para aconsejarme y apoyarme. He nombrado a 5 figuras en forma de entrenador, pero más allá está Jorge Fernández “Tore”, amigo antes, durante y después, con el que compartí cada una de las vivencias de mi etapa en el club y con el que me una relación de amistad reforzada por horas y horas de apoyo mutuo.

CdP: ¿Cuál fue el desafío más grande que afrontaste cuando estabas en el club y cómo lo superaste?

J. G.: He vivido diferentes desafíos, y todos unidos por un nexo común, salir de mi zona de confort. A lo largo de los años, cada paso que das o cada reto que te encuentras debes afrontarlo y tratar de superarlo. Una espina que tengo clavada es la fase de ascenso a Liga EBA que vivimos en Ponferrada. Muchas veces en ella y en lo que daría por volver atrás, pero la vida es así y de las caídas se aprende de una manera especial.

CdP: ¿Dónde estás entrenando actualmente y cómo ha sido tu experiencia hasta ahora?

J. G.: Actualmente, disfruto jugando en el sénior del club, de un grupo de gente joven con muchas ganas de aprender y de aportar cosas al club. He vivido experiencias en Galicia de las que he disfrutado mucho, pero jugar en el CdP es jugar en casa.

CdP: ¿Es fácil compatibilizar el baloncesto y la vida laboral?

J. G.: Debo decir que hasta cierto nivel sí, pero llega un punto en el que que requiere mucho sacrificio. Personalmente, llegó un momento en el que jugando en Liga EBA tomé la difícil decisión de dejar de jugar porque no podía tener el nivel de implicación necesario para compatibilizar ambas cosas.

CdP: ¿Qué objetivos personales o profesionales tienes para el futuro en el ámbito deportivo?

J. G.: Disfrutar del deporte en todos los sentidos y en todos los ámbitos. He llegado a sufrir mucho jugando a baloncesto y hace años que he cambiado mi mentalidad. No tiene sentido practicar un deporte por diversión y no disfrutar.

CdP: ¿Cómo recuerdas tu etapa como jugador de formación?

J. G.: Corta. Comencé a jugar tarde a baloncesto, con 16 años, y lo hice con amigos del colegio de siempre mientras compatibilizaba con el equipo sénior, el histórico U. M. Fabero. Allí me sentí siempre muy acompañado por los veteranos con los que jugaba, haciendo mención especial a “Oscarón”, quien me acompañaría también en mis primeros años en el CdP.

CdP: ¿Tienes algún equipo de baloncesto que sigas con especial interés?

J. G.: El Ciudad de Ponferrada con un ojo y el Real Madrid con el otro, pasión transmitida desde mi abuela.

CdP: ¿Quién considerarías que es tu ídolo y por qué?

J. G.: Nunca he sido una persona de idolatrar figuras, me he fijado siempre en muchas personas y traté de absorber cosas de todas. Si tengo que elegir un jugador favorito, del que más videos he visto, ese es Kevin Durant.

CdP: ¿Por qué elegiste el baloncesto por delante de otros deportes?

J. G.: Pues llegué a él por casualidad y me atrapó, fue amor a primera vista. Lo comencé a ver como un juego divertido, en el que pasaban muchas cosas y en las que ninguno está mirando, todos los jugadores en el campo están participando a cada momento.

CdP: ¿Cómo ves la evolución del C. B. Ciudad de Ponferrada después de varios años fuera de él?

J. G.: Muy progresiva. Cada año la estructura es mayor y más estable. Sinceramente, pienso que la directiva, Óscar y José Luis más concretamente, han tenido el valor de visionar algo e ir dando pasos cada año para conseguirlo. Son dos personas que han estado “por y para” el club.

Define lo que es para ti escuchar la palabra BALONCESTO en una frase.

J. G.: El baloncesto ha sido el eje que ha construido la persona que soy y la vida que tengo.

CdP: ¿Qué consejo darías a los jugadores que hay actualmente en las categorías de formación del club?

J. G.: Primero, que disfruten, pero que lo hagan a través del esfuerzo y las ganas de mejorar y competir. Tienen la suerte de tener personas que les aconsejan y les ayudan a crecer, pero son ellos los que deben tener el deseo de hacerlo. Deben disfrutar mucho de sus compañeros de equipo, porque estoy seguro que cuando sean mayores, el 90% de sus recuerdos estarán vinculados a ellos.