El equipo berciano se impone (89-77) al extremeño con un último cuarto memorable y pese a acabar con cuatro eliminados

La ficha del partido:

Clínica Ponferrada SDP, 89 (18+21+19+31): David Òrrit (17), Pau Treviño (11), David Efambe (6), Sergio Romero (14), Rubén Salas (6) –cinco inicial-; Rasmus Blak (5), Álex López (-), Josep Fermí Cera (6), Riley Hayes (15), Jamie Bergens (8), Charles Knowles (-) y Ousman Sima (1). –Entrenador: Oriol Pozo. 

Cáceres Patrimonio de la Humanidad, 77 (23+20+23+11): Álvaro Palazuelos (9), Dwayne Foreman (12), Wildens Leveque (24), Matteo Strikker (8), Albert Lafuente (8) –cinco inicial-; Patrick Mendes (5), Luis García (-), Juan Santos (2), Álex Mazaira (7) y Nico Marina (2). –Entrenador: Jacinto Carbajal.

Árbitros: Alberto García Parejo y Jesús Fernández García. Eliminados Wildens Leveque, David Efambe, Josep Fermí Cera, Riley Hayes y Jamie Bergens. Descalificado Álex Mazaira.

Incidencias: Partido correspondiente a la 3ª jornada del Grupo Oeste de la Segunda FEB celebrado en Pabellón Lydia Valentín de Ponferrada. 

El Clínica Ponferrada SDP hizo un partido épico para vencer (89-77) a Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que plantó cara hasta que su referente, Wildens Leveque, que firmó 24 tantos y 15 rebotes, fue eliminado. Hasta cuatro jugadores locales acabaron con cinco faltas, pero en una muestra de heroicidad extraordinaria, los bercianos voltearon un partido durísimo gracias, entre otros, a un David Òrrit que acabó con 17 puntos y se echó el equipo a la espalda en la remontada.

No obstante, fue un partido coral, con hasta cuatro jugadores con la anotación en dobles dígitos, entre ellos, Pau Treviño, capitán y líder con un doble-doble al agregar 11 puntos a otros tantos rebotes. Lo rozó Riley Hayes, que firmó 9 capturas y 15 tantos, mientras que el otro capitán, Sergio Romero, aportó 14 con 4 triples. El debutante, Jamie Bergens, fue uno de los eliminados, pero dejó destellos de lo que puede ofrecer a un equipo que tuvo a su afición como aliada en una batalla legendaria.

De hecho, pese a que el conjunto berciano empezó anotando con un triple de Sergio Romero, pronto dio la vuelta al marcador el cuadro extremeño, que encontró primero a Matteo Strikker para hacer daño. También Álvaro Palazuelos, que perdonó dos tiros libres tras recibir una falta de Rubén Salas en un triple. Las faltas, sin duda, fueron un lastre para las aspiraciones blanquiazules en estos minutos, ya que cayeron pronto en bonus y Treviño se tuvo que sentar pronto al cometer la segunda.

Salas, que erró el último triple sobre la bocina, había dado una nueva ventaja local tras un acierto desde el exterior, pero Leveque había cambiado de nuevo la dinámica del duelo. El pívot visitante hizo de todo, anotó un alley oop y sacó un 2+1 que provocó la técnica al míster local, Oriol Pozo. Fue aprovechada por un Álex Mazaira que acercó la diferencia a la decena con un triple y forzó un tiempo muerto que sirvió para apretar el resultado hasta el 18-23 al final del primer acto gracias al acierto de Hayes.

Pese al primer triple de Bergens, que ya había anotado, llegó la diferencia al +10 para el cuadro extremeño al comienzo del segundo cuarto después de una bandeja de Nico Marina y los triples de Leveque y Mazaira. Sin embargo, el cuadro berciano se aferró a Òrrit para iniciar, con un triple de Romero, una racha de 9 puntos sin respuesta que forzó el tiempo muerto visitante, aunque no evitó que el equipo blanquiazul volviera a equilibrar el marcador después de que Òrrit aprovechara una técnica a Strikker.

De nuevo volvió a aparecer Leveque para frenar la remontada, aunque los bercianos dieron la vuelta al resultado después de que Mazaira fuera descalificado por dos técnicas que castigó Josep Fermí Cera. En ese momento crítico, sin embargo, se creció el cuadro extremeño, que volvió a tomar ventaja y se fue arriba en el luminoso (39-43) al descanso después de un pleno desde el tiro libre de Albert Lafuente y de que únicamente Salas hubiera sido capaz de anotar un triple.

Otro triple de Romero apretó el resultado tras la reanudación, pero los visitantes volvieron a encontrar a Leveque en la pintura para firmar un parcial de 0-8 que obligó a un nuevo esfuerzo berciano. Comenzó con un 2+1 de Hayes y fue una realidad cuando Treviño recibió un codazo de Leveque que no fue castigado y le abrió una herida en una acción que acabó con falta a favor del propio infractor, lo que provocó las protestas de la hinchada local, que se hizo dueña y protagonista del partido.

El intento de reacción protagonizado por Cera pareció diluirse con un triple de Palazuelos, pero los bercianos se abonaron a la épica cuando peor lo vieron, con la desventaja por encima de la decena, merced a un 2+1 de Bergens. Leveque, no obstante, siguió sacando producción para los extremeños, que volvieron a elevar la diferencia por encima de la barrera psicológica. Una falta sobre Treviño y una transición de Romero culminada en bandeja dieron otro giro de guion con el 58-66 al final del tercer acto.

De hecho, el cuarto periodo arrancó con una falta antideportiva sobre Òrrit. Un mate de Leveque precedió a otra canasta de Hayes, que tampoco falló desde los 4,60. Una posible falta antideportiva volvió a encender a la grada, que se vino arriba con un triple de un Treviño que puso el 67-69 luciendo una aparatosa protección en la cabeza. La intensidad blanquiazul llevó a la igualada con una canasta inverosímil de David Efambe en un rectificado y Òrrit culminó la remontada con un 2+1.

Tras un pleno de Lafuente desde los 4,60, Òrrit sacó otra falta que mantuvo la ventaja, pero las dificultades se acentuaron con la eliminación por faltas de Efambe, que se unió a las anteriores de Cera, Bergens y Hayes y obligó a Oriol Pozo a jugar con Salas y Rasmus Blak como interiores. No obstante, Òrrit cogió su capa de héroe y anotó un triple que pareció la sentencia. Tiempo muerto de Jacinto Carbajal, míster visitante, pero la eliminación de Leveque, ahora sí, dinamitó las opciones cacereñas.

Entonces, la ventaja local se fue por encima del +10 gracias a los tiros libres de Blak, que falló uno tras recibir una falta en un triple, y Treviño. El público estaba en éxtasis y Romero culminó la fiesta con otro triple dedicado a la grada del Lydia Valentín. El equipo extremeño trató de recortar en los últimos segundos para irse con un average menos doloroso y sacó varias faltas, pero no consiguió reducir más allá del 89-77 definitivo. El Lydia Valentín vivió una tarde memorable con su equipo.